Un policía de Tucumán recibió una condena de tres años de prisión condicional por estafar a personas con supuestos cupos para ingresar a la fuerza de seguridad. Durante dos años, utilizó su cargo para engañar a varias víctimas y reunió más de $11 millones con ese mecanismo.
El acusado, identificado como G.M.R., cobraba dinero con el argumento de que iba a “destinarlo” a contactos dentro del Ministerio de Seguridad provincial. Afirmaba que esos vínculos facilitarían el ingreso de familiares a la policía. Sin embargo, todo era falso y repitió el mismo engaño en múltiples ocasiones.
La Unidad Fiscal de Delitos Complejos, dirigida por la fiscal Mariana Rivadeneira, condujo la investigación. En la audiencia de juicio abreviado, la auxiliar fiscal Mónica Torchan representó la acusación. El tribunal avaló un acuerdo entre las partes, con la conformidad de las víctimas.
Además de la pena condicional, el policía deberá cumplir reglas de conducta y reparar económicamente a los damnificados. La fiscalía destacó que el acusado se valió de su rol público para inspirar confianza y obtener dinero mediante engaños.
Aunque estuvo detenido durante tres meses, recuperó la libertad tras la sentencia. El caso deja expuesta la necesidad de reforzar los controles internos en las fuerzas de seguridad y prevenir futuros abusos de poder similares.