“Hamás ha perdido el control de Gaza”, anunció el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, mientras las tropas hacían circular fotos de su conquista del Parlamento de la ciudad de Gaza.
Las fuerzas israelíes indicaron en un mensaje difundido a través de su cuenta en la red social X que habían tomado los edificios tras una serie de redadas.
Entre estas oficinas se encuentra la sede gubernamental de Hamas en Ciudad de Gaza y el Parlamento, además del cuartel general de policía y el complejo gubernamental del grupo palestino, informaron agencia europeas.
La imagen de las tropas de la Brigada Golani posando entre los bancos de la presidencia del parlamento de la ciudad de Gaza fue usada como prueba del avance efectivo del ejército israelí y ha incrementado la presión internacional sobre Israel para que cumpla con las pausas humanitarias en el asedio para permitir la evacuación de civiles. Como respuesta, Israel ha implementado una pausa de dos horas en los bombardeos para que los civiles puedan salir de la ciudad en ruinas y huir al sur.
Tanques israelíes estaban ayer a las puertas del hospital de Al Shifa, que según Israel oculta una posición de mando estratégica para Hamas. El grupo islamista palestino niega esta acusación.
En una fosa común
Mientras llegan imágenes de niños enfermos, heridos y médicos atendiendo en condiciones de desesperación, algunos hospitales ya no tienen electricidad, fundamental para hacer funcionar los equipos médicos.
Los cuerpos de 179 personas fueron enterrados en una “fosa común” en el mayor hospital de la Franja de Gaza, que está rodeado por tropas israelíes y que se quedó sin luz por falta de combustible en el territorio palestino, informó Mohamad Abu Salmiya, director del hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza.
El médico dijo que entre los muertos enterrados había siete bebés prematuros que murieron por la falta de electricidad para alimentar incubadoras.
Los combates continúan incluso no lejos de los hospitales convertidos en bastiones de Hamas y Naciones Unidas advierte de que las operaciones humanitarias pueden tener las horas contadas.
El ejército israelí informó de que en los últimos enfrentamientos en el hospital de Al Quds mató a 21 milicianos y que suministró 300 litros de combustible al asediado hospital de Al Shifa, en torno al cual se libran intensos combates.
El número de muertos también aumentó entre las tropas israelíes: 46 soldados murieron en operaciones en Gaza.
La situación de los civiles palestinos, en tanto, sigue empeorando. La ONU anunció la muerte de otro empleado y advirtió de que en 48 horas podrían cesar las operaciones humanitarias por falta de combustible.
Tras el sangriento ataque de Hamas en territorio israelí, el 7 de octubre, Israel prometió “destruir” a Hamas y respondió con mortíferos e incesantes bombardeos, que mataron ya a más de 11.200 personas, entre ellos 4.600 niños y niñas, mientras que mantiene al enclave palestino bajo asedio desde el 9 de octubre, y frenó el acceso a fuentes de agua potable, comida, insumos médicos.
La tensión crece también en Cisjordania y se incrementa el peligro de una ampliación del conflicto. Cinco palestinos, de entre 21 y 29 años, perdieron la vida en enfrentamientos con el ejército israelí en la zona de Tulkarem.
El rey Abdullah de Jordania advirtió que las continuas violaciones israelíes en Cisjordania y Jerusalén podrían empujar a la región hacia una explosión”, según información del corresponsal del sitio “Vatican News”.
Otro foco de tensión es el frente norte, la frontera con Líbano, allí donde las milicias de Hezbollah atacan diariamente a Israel, con una graduación más intensa en los últimos dos días.
Durante una visita a las tropas, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu amenazó: “(Hezbollah) está jugando con fuego. No deberían ponernos a prueba porque solo hemos mostrado una parte de nuestra fuerza”. Desde el 7 de octubre, la milicia proiraní de Hizbulah ha perdido a 70 hombres -y diez civiles libaneses la vida-, mientras que el ejército israelí suma siete bajas mortales y tres civiles.
Fuente: La Gaceta