El comportamiento social es la principal preocupación de los médicos tucumanos

Las reuniones marcaron el comienzo del relajamiento social en Tucumán.

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El relajamiento que se observa en la sociedad pone en alerta a quienes arriesgan su vida para cuidarnos.

Desde que comenzó la pandemia, allá por marzo de 2020, la advertencia fue clara: con cuarentena o sin ella, con retricciones o no y aún con la vacuna, convertida en la gran esperanza de la humanidad, la clave para frenar al coronavirus estaba al alcance de la mano.

Las medidas de prevención fueron señaladas por los sanitaristas como la gran herramienta para impedir el avance de la enfermedad. Barbijos, distanciamiento social, sanitizantes y sobre todo, evitar las reuniones en espacios cerrados.

Al principio hubo un cumplimiento casi total de cada una de las recomendaciones, pero con el correr de los meses, la tendencia fue en sentido contrario, y era cada vez más frecuente ver en las calles de Tucumán personas que se conducían como si no hubiera peligro alguno.

Hoy, cuando en pocos meses la provincia pasó del alivio tras el descenso en el conteo diario de contagios a a preocupación por un rebrote que no cede, los médicos que vienen peleando cara a cara con el coronavirus hace 10 meses, están seguros que esa actitud indolente y en gran medida autodestructiva es la que explica lo que está pasando.

Desde el hospital de Concepción, donde se duplicaron las visitas a los consultorios de febriles, el titular del nosocomio, Rodolfo Cecanti, admitió que están preocupados por las consecuencias que puede acarrear el relajamiento que se observa en buena parte de la sociedad.

El titular del Colegio Médico, Héctor Sale, coincidió con la visión de su colega, subrayando que la responsabilidad individual es fundamental, paa evitar caer en la negligencia y el individualismo que se puede ver en negocios y locales nocturnos, donde no se cumple con el distanciamiento social.

Marcela Collante, neumonóloga del hospital Avellaneda, recordó lo difícil que fue el 2020 para los médicos, remarcando que lo más complicado llegó siempre después de alguna fecha especial como el Día de la Madre, lo que a su juicio demuestra que los tucumanos no priorizamos el cuidado de la salud.

Esos picos de contagios derivaron en que los médicos se vieran sobrecargados de trabajo, se ocuparan camas y en general, se pusiera al sistema de salud al límite, advirtiendo que a la luz de lo que se ve hoy, el temor es que esa situación se puede repetir.

El principal peligro a juicio de la especialista es que, si se disparan los contagios, la epidemia volverá a alcanzar a los médicos, enfermeros y demás personal de hospitales, que son los que garantizan que quienes se contagien por su propia imprudencia o la de otros, tengan las condiciones necesarias de atención que les permita salvar la vida.

Es bueno en este punto subrayar que se está a tiempo de evitar que el aumento de casos derive en el regreso de las restricciones que tanto daño provocaron en la actividad económica y en la calidad de vida de quienes sufrimos la imposibilidad de desarrollar nuestra actividad normal, en contacto con nuestros seres queridos.

Y evitar que se llegue a ese escenario no implica dejar de salir, o de juntarse, sino simplemente hacerlo atendiendo todas las medidas de seguridad, pensando que si nos contagiamos, lo que haremos es expandir la enfermedad, algo que pone en peligro, en primer lugar, a nuestros seres queridos.

Fuente: Los Primeros TV