El Chino Romero todavía está agitado. Junto a su compañero de rescate Salvador Ruíz Rodríguez y a Cecilio, el lugareño de El Siambón, también están exhaustos, pero felices: encontraron a Roxana Palavecino, a Noelia Noemí Díaz Lobo y a Rodolfo Dibi sanos y salvos luego de días de intensa búsqueda desde que los senderistas se habían perdido el domingo. Son personas de carne y hueso, pero lo que vivieron fue de película.
“Fuimos por el camino, a la vera del río Grande, encontrando objetos que pertenecían a Roxana. En un radio de 5 kilómetros los encontramos. Pero ahí recién empezó el operativo para rescatarlos: el río traía mucho caudal de agua, entonces debimos hacer 1,5 kilómetro más para cruzarlo. En el lugar nadie sabía nada de ellos”, relata el Chino Romero al diario el tucumano, minutos después de convertirse en héroe.
“El grupo de 3 se dividió en dos: un grupo fue a la casa de un lugareño a buscar comida y una silla: Roxana estaba golpeada y hace dos días que no comían. En el cruce la trasladamos a Roxana: tenía, creo, una costilla quebrada, un golpe en la rodilla y varios golpes en la espalda”, narra el rescatista que cuando vio al grupo de senderistas distinguió a Roxana: “Cuando nos vio ha tenido una conmoción, estaba muy emocionada, y entró en shock. No quería volver a cruzar por el río, pero la convencimos”.
¿Qué les pasó a los chicos? “En el primer cruce bajando desde el río, trataron de cruzar dos, y la última (Roxana) se resbaló: cayó 300 metros, uno de sus compañeros (Rodolfo) corrió a alcanzarla. Además de los golpes, ella llevaba la mochila con las provisiones. Ahí, donde sacaron a Roxana del agua, se quedaron las dos noches”.
“Solo les quedaba un poco de agua y nada de comida: todo lo llevaban en la mochila de Roxana que se llevó el río, hasta el botiquín de primeros auxilios. Ya Roxana fue derivada al Centro de Salud, Noelia está un poco shockeada, y Rodolfo se encuentra bien. Nosotros también estamos bien y contentos por haberlos rescatado”.
El momento del rescate: Roxana, conmovida y emocionada junto a sus compañeros de equipo.
Así está el río Grande ahora.
Fuente el tucumano
