Duras declaraciones del Papa Francisco en la inauguración del Sínodo de la Amazonía

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Al inaugurar hoy el sínodo sobre la Amazoniaun evento eclesial que durará tres semanas en el Vaticano, el Papa evocó la historia de su país, donde la mayoría de los pueblos originarios fue aniquilada bajo el lema de “civilización y barbarie” y lamentó que hoy sigue existiendo en su patria este “desprecio de los pueblos”.“Los que vienen de la barbarie hoy son los bolitas, los paraguayos, los paraguas, los cabecitas negras… Siempre ese alejarnos de la realidad de un pueblo, calificándolo y poniendo distancia. Esa es la experiencia de mi país”, dijo.

“Nos acercamos a los pueblos amazónicos en puntas de pie, respetando sus pueblos, sus culturas”, dijo Francisco al principio de su discurso, en el que hizo autocrítica y recordó que en el pasado la Iglesia intentó “domesticarlos” e “incluso llegó a menospreciarlos”. Advirtió luego sobre el peligro del uso de las ideologías para interpretar a un pueblo: “se recibe la realidad en categorías, las más comunes son las categorías de ismos: hablamos de indigenismos y cuando queremos darle una pista de salida a su buen vivir, no les preguntamos, hablamos de desarrolismo. Estos ismos reformulan la vida desde el laboratorio ilustrado iluminista. Son lemas que van echando raíces y programan el acercamiento a los pueblos originarios”, criticó.

Fue en este contexto que el ex arzobispo de Buenos Aires, que solía frecuentar las villas, evocó la historia de su país. “En nuestro país un lema, civilización y barbarie, sirvió para dividir, para aniquilar. Y hacia fines de los años 80 llegó al culmen de aniquilar a la mayoría de los pueblos originarias, porque eran barbarie. Y la civilización venía de otro lado. Es el desprecio de los pueblos”, denunció. “Y voy a mi experiencia en mi tierra y esa civilización y barbarie que sirvió para aniquilar al pueblo, todavía sigue en mi patria. Con palabras ofensivas, entonces se habla de civilización de segundo grado, los que vienen de la barbarie y hoy son los bolitas, los paraguayos, los paraguas, los cabecitas negras… Siempre ese alejarnos de la realidad de un pueblo, calificándolo y poniendo distancia. Esa es la experiencia de mi país. Y después el desprecio”, indicó.

Fuente: La Nación