Cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud con el objetivo de reconocerla como un derecho básico y universal, así como fomentar el acceso a la atención sanitaria de calidad en todas las regiones. Por la fecha conmemorativa, y teniendo en cuenta la delicada situación económica que atraviesa el país, es importante remarcar el impacto que tienen diferentes factores en la salud de los argentinos.
De acuerdo a una encuesta global realizada por la consultora Voices!, Argentina experimenta un deterioro en los indicadores de percepción de salud y encabeza la lista de padecimiento de estrés junto a Perú. Teniendo en cuenta esto, es relevante preguntarse cómo influye la situación actual en los resultados de la autoevaluación de los ciudadanos sobre su salud mental.
El estudio indagó sobre la evaluación que hacen los argentinos de su propia salud y se enfocó en el estado físico, el peso, el estrés, y el sueño. Uno de los puntos que llamó la atención fue el del estrés, ya que el 54% de los argentinos lo evaluó como algo “muy malo” para su salud.
Para comprender mejor lo que representan los resultados de la encuesta, Constanza Cilley, Directora Ejecutiva de Voices, comentó a Ámbito: “El nivel de stress es claramente el principal desafío que enfrentamos y a su vez está por relacionado el buen dormir, la actividad física y el peso”.
En esa misma línea, mencionó que durante la pandemia del Covid-19 se observó un crecimiento de soledad, ansiedad, miedo, ingestas de tranquilizantes y demás problemas relacionados con la salud mental que “no lograron repuntar a pesar de que dejamos el desafío del COVID detrás”.
Paula Porrez, Licenciada en Psicología, afirmó que efectivamente los casos de estrés en Argentina han aumentado y que los pacientes “consultan cada vez más por problemas de salud, nerviosismo, no poder poner freno a los pensamientos, episodios de agitación y dificultades para respirar (que sería un comienzo de ataque de pánico)”.
A su vez, el médico cirujano Daniel Mautisi aseguró que en los últimos años los pacientes acuden al consultorio con problemas de salud asociados al estrés. Además, menciona la pandemia del Covid-19 como el momento en que se generó un “pico”, especialmente en adultos mayores, quienes experimentaron la aparición de fobias y magnificación de muchas patologías crónicas.
En la población juvenil esto también tuvo sus efectos, tal y como menciona el profesional, se incrementaron los ataques de pánico, los trastornos alimenticios y distintas fobias.
Sobre los jóvenes, Porrez también afirma que las consultas han aumentado: “Los padres los ven muy desconectados de la familia, de todo lo referente a lo escolar, incluso algunos se aíslan de sus propios pares, están muy irritables con cambios repentinos en el humor y conductas agresivas (auto y hetero) y en los niños también se ve esto”.Cómo impacta el contexto socioeconómico en el bienestar de los argentinos
“El contexto económico por supuesto contribuye al stresspero entendemos que el mayor desafío para la siquis de los ciudadanos tiene q ver con la inflación, la volatilidad de los precios, con la incertidumbre extra que esto genera“, sostiene Cilley, quien asegura que la dificultad del día a día y la incertidumbre con relación al futuro son de los principales factores que afectan a los argentinos.
A su vez, relaciona esto en el aumento de la irritabilidad y agresión que se observa en las calles y que se debe a la enorme frustración por el contexto que se vive.
Por su parte, Paula Porrez observa que un gran disparador del estrés es lo laboral y lo económico. Sin embargo, también lo relaciona a la hiperconectividad. “Cuando la persona termina de trabajar continúa conectada al dispositivo: hay una diferencia enorme entre tener una charla con amigos presencial y hacerlo por chat. La persona hace multitasking y eso eleva el estrés“, explicó.
En los resultados que arrojó la encuesta realizada por Voices!, un 70% de los jóvenes evaluó de forma negativa su estrés. “La juventud es típicamente conceptualizada como una edad de pocas preocupaciones, de disfrute.
En ese sentido, indicó que es una generación muy golpeada por el aislamiento de la pandemia sumado al protagonismo de las pantallas, lo que generó muchos jóvenes con “profunda soledad”.
La situación que atraviesa el país afecta a esta parte de la población porque “sienten que se esfuerzan mucho y el sueldo no les rinde. Empiezan a pagar cuentas, hacen alguna salida y se quedan sin plata”, sostuvo Porrez, quien asegura que se encuentra teniendo muchas consultas debido a que se sienten perdidos frente a la elección de carreras y la búsqueda laboral.
“Sienten mucha incertidumbre por el futuro y es una preocupación muy real, les toca enfrentar un momento crítico de nuestro país“, expresó.
A su vez, el médico Daniel Mautisi reveló que “a raíz de las altas exigencias, o bajas (desinterés de los que lo rodean, la falta de educación o proyectos de vida, el no futuro, hacen que aparezcan distintas patologías que no se veían en esa franja etaria o no era tan frecuente”.
Otro punto a destacar sobre el informe es la diferencia en los resultados teniendo en cuenta el género. “Las mujeres tradicionalmente se preocupan (y ocupan) más de los temas de salud, propios y de todo su entorno familiar”, aseguró Cilley.