La detención del exentrenador Marcelo Jesús Rivas en Río de Janeiro destapó una trama de presunto encubrimiento y fallas en los controles fronterizos. Tras conocerse la captura, la hermana de la víctima rompió el silencio y reveló detalles exclusivos sobre cómo el condenado logró salir del país y mantenerse prófugo en Brasil.
La familiar aseguró que Rivas escapó por tierra, asesorado por su defensa. Según su relato, el abogado José María Molina le habría indicado que se mezclara en un colectivo con hinchas de Boca Juniors, aprovechando un partido, ya que en esos traslados no controlaban a los pasajeros. Además, denunció que el letrado les prometió a los allegados de Rivas que anularían el juicio con la llegada del nuevo gobierno nacional.
La hermana de la víctima expuso graves falencias en la búsqueda internacional. Contó que, aunque pidieron la captura hace dos años, los oficios de Interpol nunca llegaron a destino por errores administrativos. Fue ella quien mantuvo contacto directo con una delegada policial de Río de Janeiro, Juliana Montes, quien le advirtió en octubre que la alerta roja no estaba activa. Tras esa gestión personal, la Corte Suprema de Brasil autorizó el procedimiento que terminó con la captura en Leme.
Rivas hacía una vida normal en Copacabana junto a su novia, quien sabía de su condición de prófugo. Trabajaba en changas de albañilería y vendía empanadas. La entrevistada expresó el desasosiego y la bronca que vivió la familia durante estos años. Sobre la víctima, señaló que prefiere no hablar del tema, con la esperanza de que esta detención le permita dar un cierre definitivo a su dolor.
