“Hola abuela. Escuchame, ahí está yendo una mujer, amiga de confianza de mi papá, para ayudarte a anotar unas cosas de la plata. Pasa que se devaluó el peso”. Así comenzaba la llamada telefónica que recibió Regina Victoria Galletti, minutos antes de que tres personas se metieran a su casa y le robaran más de $ 80.000.
Galletti fue una víctima más de la modalidad de estafa, conocida como “el cuento del tío”. La mujer tiene 80 años y vive con sus nietos en barrio Sur, en San Miguel de Tucumán. Los parientes, en ese momento, se encontraban de vacaciones en Brasil.
La señora aseguró que el jueves por la noche recibió una llamada de una mujer que decía ser su nieta, María. A pesar de que en un primer instante desconfió de la conversación, aseguró que terminó creyendo el cuento debido a la cantidad de datos personales que los estafadores le aportaron.
METODOLOGÍA. La abuela contó que los ladrones ingresaron y escribieron en un papel los números de series de los billetes robados. / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Otra mujer llamó al domicilio de Regina. Le dijo que su voz sonaba distinta debido a que “estaba ronca porque se había resfriado en la playa”. Habló también de sus otros nietos, dando nombres y apellidos, e incluso mencionó la empresa en donde trabaja su yerno y el cargo que el hombre ocupa en la firma.
“Abuela no seas tonta, no te pongas nerviosa; es gente de confianza”, le repitió una y otra vez hasta que la señora cedió.
Según el testimonio de la víctima, cuando llegó la “mujer de confianza” a la casa, la dejó entrar y fueron hacia una sala en donde había separados miles de pesos, en base a las instrucciones que su supuesta “nieta” le había dado por teléfono.
La abuela explicó que la otra mujer empezó a anotar los números de serie de los billetes en un papel e hizo que la dueña de casa los anotara también; mientras tanto, le hacía preguntas sobre unos dólares que la señora tenía guardados en el banco con la excusa de que Pablo, otro de los nietos, le había dicho que los saquen de la casa “por las dudas”.
Momentos después, ingresaron dos hombres más a la sala. “Me olvide de cerrar el portón luego de que entrara la mujer”, lamentó Galletti.
El robo
La víctima contó que fue llevada hasta su habitación. Allí, uno de los hombres comenzó a sujetarla de las manos y del cuello. “No me haga así, por favor. ¡¿Por qué me agarra?!”, le dijo la dueña de casa, procurando no gritar porque ya la habían amenazado para que esté en silencio.
En el medio del forcejeo, la señora aseguró que el segundo hombre entró a la habitación y fue directamente hasta un cajón dentro de su armario, donde ella guardaba dinero. Luego, cuando el primer hombre la llevaba al baño para que se lave la cara, el otro sujeto se dirigió a la habitación contigua y sacó más dinero de una cómoda.
Galetti contó que una vez que los estafadores guardaron el dinero, empezaron a exigirle que les entregue más efectivo, le dijeron que tenían secuestrados a sus nietos y que la plata que estaban juntando era para un supuesto rescate, versión que la víctima no creyó porque sabía que su familia estaba segura en Brasil.
Después de que Galletti insistiera con que el resto del dinero estaba depositado en el banco, los estafadores desistieron del ataque. Con el dinero guardado en sus mochilas, la mujer y los dos hombres se dirigieron hacia la puerta de entrada, pero al notar que la abuela los estaba siguiendo, volvieron amenazarla con frases como “volvete que te va a costar caro, quedate adentro”.
Finalmente, la señora contó que los tres ladrones se marcharon caminando.
Repercusiones
Galletti adelantó que, a pesar de que el robo “no duró más de media hora”, tiene pensado reforzar la seguridad de su vivienda. “Tengo miedo de que vuelvan, no quiero ni salir a la calle”, afirmó la mujer, quien añadió que la noche del incidente no pudo dormir y se quedó despierta viendo televisión hasta pasadas las 5. No pudo creer, según manifestó, lo que había vivido.
El hecho
– Galletti recibe un llamado de una mujer haciéndose pasar por su nieta.
– Con la excusa de una “devaluación”, le dice que una amiga irá para ayudarla con el dinero.
– En la llamada le proporcionan datos íntimos de la familia.
– La supuesta “amiga de confianza” entra con dos hombres más a la casa.
– Proceden a robarle el dinero que tenía en su habitación.
– Cuando terminan de robar, la amenazan para que no los siga.
– La víctima continúa con miedo a que regresen los estafadores.
FUENTE: LA GACETA