La senadora nacional Patricia Bullrich concretó este lunes una nueva ofensiva contra la conducción del fútbol argentino. La legisladora formalizó una denuncia contra la AFA en Conmebol apuntando directamente a su presidente, Claudio Tapia, y al tesorero Pablo Toviggino. A través de una presentación ante el Comité de Ética del organismo continental, la ex ministra de Seguridad solicitó que se investigue a fondo lo que calificó como una mafia que ensucia al deporte nacional.
Los argumentos de la acusación
El escrito presentado por Bullrich acusó a los dirigentes de presuntas violaciones al Código de Ética y a la Política Anticorrupción de la entidad sudamericana. La senadora señaló que los máximos responsables de la asociación local evidenciaron posibles conflictos de intereses no esclarecidos al vincularse con empresas contratistas del organismo. Además, remarcó que estas acciones coincidieron temporalmente con investigaciones judiciales en curso por presunto lavado de activos y ocultamiento patrimonial.
Causas judiciales y bienes de lujo
La denuncia se sustentó en los recientes avances de la justicia federal argentina. Bullrich hizo referencia a la causa de Sur Finanzas, que motivó allanamientos en la sede de la calle Viamonte y en 18 clubes. También destacó el hallazgo de una flota de 54 vehículos de lujo en una mansión de Pilar, propiedad de la empresa Real Central SRL. Según la legisladora, los dueños de esta firma serían testaferros sin capacidad económica real, lo que sugeriría que los verdaderos propietarios podrían ser Tapia o Toviggino.
Irregularidades administrativas
El texto enviado a Paraguay también detalló inconsistencias contables. Se mencionó que la AFA presentó ocho años de estados contables sin aprobación, con partidas observadas por la Inspección General de Justicia que superan los 111 millones de dólares sin justificación adecuada. Bullrich cuestionó el destino de los fondos y preguntó por qué los premios a los campeones eran bajos mientras los gastos en viajes eran elevados. Ahora, el Comité de Ética, integrado entre otros por el argentino Juan Bautista Mahiques, deberá decidir si da curso a la investigación.



