Un grupo de científicos logró captar cómo se implanta un embrión humano en tiempo real y en tres dimensiones. El avance, impulsado por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), mejora el entendimiento sobre fertilidad y abre nuevas posibilidades en tratamientos de reproducción asistida.
Los investigadores diseñaron una plataforma que simula el útero humano con una matriz artificial hecha de colágeno y proteínas clave. Gracias a esta tecnología, el equipo pudo registrar en detalle cómo el embrión interactúa con el entorno uterino. Durante la implantación, el embrión libera enzimas para romper el tejido y aplica fuerza mecánica para introducirse en las capas internas del útero.
Por primera vez, lograron observar este proceso en movimiento. Hasta ahora, solo existían imágenes fijas tomadas en momentos puntuales. Esta vez, los científicos visualizaron cómo el embrión se entierra en la matriz uterina, reorganiza su entorno y responde a estímulos físicos del tejido que lo rodea.
Samuel Ojosnegros, líder del grupo de investigación, explicó que el embrión ejerce una fuerza considerable porque necesita abrirse paso hasta conectar con los vasos sanguíneos de la madre. Señaló que esta etapa, poco entendida hasta ahora, resulta fundamental para que el embarazo prospere. En muchos casos, una implantación fallida genera infertilidad o abortos espontáneos.
El equipo también estudió la diferencia entre embriones humanos y de ratón. Mientras que el ratón se queda en la superficie del útero, el embrión humano avanza hacia el interior y crece de forma radial. Esta diferencia refuerza la necesidad de estudiar modelos específicos y no extrapolar datos de animales a humanos sin evidencia directa.
La investigación apareció publicada en Science Advances y contó con el apoyo de instituciones como el Hospital Universitario Dexeus, la Universidad de Tel Aviv y el Banco de Células Madre de Barcelona. El trabajo no solo aporta conocimiento, también promete mejorar la selección embrionaria, optimizar tratamientos de fertilidad y reducir los casos de aborto espontáneo vinculados a fallos en la implantación.