Con una masiva convocatoria en el club All Boys, el legislador José Cano reunió a referentes sociales y culturales para despedir el año. En el encuentro, ratificó su agenda legislativa centrada en la salud y la educación pública, instó a valorar el talento local para que sean “profetas en su tierra” y lanzó un fuerte mensaje contra el condicionamiento político.
El evento convocó a más de 600 personas, conformando un grupo que incluyó a dirigentes barriales, academias de baile, conjuntos folclóricos, deportistas destacados, actores y emprendedores locales. La jornada, organizada meticulosamente para celebrar el fin de ciclo, funcionó como una plataforma para visibilizar el potencial cultural y productivo de la provincia, alejándose de la tradicional estructura de los actos políticos partidarios para centrarse en los protagonistas de la sociedad civil y en la consolidación de un espacio plural.
Durante el encuentro, Cano reafirmó los pilares de su trabajo y su compromiso innegociable con la defensa de la educación pública como herramienta de ascenso social y el acceso a una salud de calidad. Hizo especial énfasis en la necesidad de sostener instituciones modelo como el Hospital Garrahan y en profundizar las políticas de inclusión para personas con discapacidad, temáticas que han sido ejes centrales de su gestión y que considera fundamentales para garantizar la igualdad de oportunidades en la provincia y el país.
En un pasaje emotivo dirigido a los artistas, deportistas y emprendedores presentes, el legislador llamó a desterrar viejos paradigmas culturales que limitan el crecimiento local. “Hay que sacar la idea de que nadie es profeta en su tierra”, sostuvo Cano, subrayando la importancia de que el Estado y la sociedad apoyen activamente al talento tucumano en todas sus vertientes. El objetivo es generar las condiciones para que los talentos tucumanos puedan desarrollarse y triunfar en su propia provincia sin verse obligados al desarraigo.
Finalmente, Cano fue contundente respecto a la defensa de la libertad de conciencia frente a las necesidades económicas. “Repudio profundamente que un dirigente político condicione a una persona porque tiene un contrato o una designación. Nadie puede quitarle la libertad a un ser humano de votar de acuerdo a sus principios y valores”, sentenció. Cano enfatizó que el acompañamiento del Estado no genera una deuda de lealtad electoral: “Eso de ninguna manera condiciona a que tengan que votar por la opción política que uno representa”, concluyó.





