La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acusó al gobierno de Nicolás Maduro de cometer asesinatos, desapariciones y torturas tras las elecciones presidenciales de julio pasado. El organismo calificó las acciones como “terrorismo de Estado” en un informe publicado este martes, que detalla graves violaciones a los derechos humanos.
El informe denuncia una estrategia represiva dividida en tres fases: antes, durante y después de los comicios, siendo esta última la más violenta. La “Operación Tun Tun”, implementada tras las elecciones, dejó un saldo de al menos 25 asesinatos, 2.000 detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas breves, torturas y allanamientos ilegales. Además, se registraron violaciones a la libertad de expresión y derechos judiciales, afectando incluso a menores de edad.
La CIDH destacó que las tácticas incluyeron redadas en barrios populares, marcación de viviendas opositoras y cancelaciones abruptas de pasaportes, en respuesta a las 300 manifestaciones generadas por denuncias de fraude electoral.
En su informe, el organismo señala que la situación refleja “la cooptación total de las instituciones estatales para perpetuar un régimen ilegítimo”, advirtiendo sobre el impacto de estas acciones en la democracia y los derechos humanos en Venezuela.
