En abril, el precio de la carne vacuna aumentó un 4,1%, superando el índice de inflación mensual que midió 3,4% según el INDEC. En lo que va del año, el incremento acumulado alcanza el 24,07%, y en los últimos doce meses llega al 60,1%, lo que refleja una presión sostenida sobre el poder adquisitivo de los hogares.
Los datos surgen de un relevamiento del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, que monitoreó 80 carnicerías del AMBA, Córdoba y Rosario. El informe también reveló subas importantes en otras proteínas: el pollo fresco subió 10,7% solo en abril y acumula un 15,6% en lo que va del año, mientras que el pechito de cerdo subió 3,1% en el mes y 7,18% en el cuatrimestre.
Las subas se dieron en todas las categorías: el novillito subió 3,5%, el novillo 4,6%, y la vaquillona y ternera 5,9% en promedio respecto a marzo. El aumento generalizado de precios impacta especialmente en los sectores más vulnerables, para quienes la carne es un alimento clave y de difícil reemplazo.
En paralelo, el gremio de la carne se declaró en alerta ante la falta de propuestas salariales acordes a la inflación. Denunciaron que las paritarias están condicionadas por un tope del 1% mensual que impone el Gobierno nacional, y señalaron que el empresariado se excusa en la crisis para no discutir mejoras. “No somos responsables de las decisiones económicas ni socios en las pérdidas”, afirmaron en un comunicado.
