El legislador advirtió que la sucesión de escándalos, desde el uso de presos para obras particulares en El Cadillal hasta los allanamientos a jefes de comisarías, demuestra una crisis de autoridad en la cúpula policial. Insiste en su proyecto para crear una Secretaría de Asuntos Internos que dependa directamente del Ministerio de Seguridad y no de la cúpula policial, integrada por profesionales que no pertenezcan a la fuerza.
El legislador José Cano lanzó duras críticas hacia la conducción de la fuerza tras conocerse los allanamientos a diez jefes de comisarías por presuntas coimas, sumado al reciente escándalo de El Cadillal, donde policías utilizaban a presos para tareas de albañilería. “Estamos ante una evidente falta de conducción. No son hechos aislados; es un descontrol sistémico. Si el Jefe de Policía no sabe que sus subordinados usan patrulleros para obras privadas o que diez de sus comisarios están montando un sistema de recaudación ilegal, entonces no está conduciendo la fuerza”, sentenció.
Para el legislador, la raíz del problema es que la Policía sigue controlándose a sí misma. “El modelo actual está agotado. La Jefatura no puede ser quien investigue y sancione, porque la cadena de mando termina encubriendo o minimizando los hechos para ‘cuidar la imagen’. Por eso, mi proyecto de ley propone quitarle la potestad de Asuntos Internos a la Policía y crear una Secretaría de Estado que dependa política y funcionalmente del Ministro de Seguridad, no de un comisario”, explicó.
La iniciativa de Cano establece que esta nueva Secretaría esté integrada por civiles altamente capacitados. El legislador subrayó que deben ser perfiles técnicos que conozcan en profundidad las estructuras y el funcionamiento policial, garantizando idoneidad en el control. Su función será instruir sumarios, investigar patrimonios y recibir denuncias sin pasar por el filtro policial. “El control debe ser externo. Un civil que responde al poder político tiene la libertad de investigar a un comisario general que un subalterno policial nunca tendrá”.
Cano remarcó que la gravedad de los hechos en El Cadillal y los allanamientos simultáneos en la Capital exigen un cambio de estructura inmediato. “No sirve de nada cambiar nombres si la estructura de control sigue viciada. Si el Ministro quiere resultados distintos, debe tener una herramienta directa de control y sanción, sin intermediarios uniformados que dilaten los procesos”.


