Boca hizo oficial la disolución del Consejo de Fútbol y confirmó que Marcelo Delgado seguirá como único integrante del área. Mauricio Serna y Raúl Cascini dejaron sus cargos en medio de una fuerte crisis institucional. La decisión fue tomada por Juan Román Riquelme y marca un quiebre en su estilo de gestión.
El club confirmó el cambio tras una reunión con la cúpula dirigencial. Primero se habló de reubicar a Serna y Cascini en otros sectores del club, pero esa alternativa fue descartada. Riquelme explicó que “no se dieron los resultados esperados” y que era necesario tomar otro rumbo.
Después de más de cinco años al frente de las decisiones futbolísticas, el Consejo de Fútbol dejó de existir. Ahora, Delgado concentrará varias funciones: será el nexo entre el plantel y la dirigencia, y también participará en el armado del equipo. Por el momento no hay estructura definida, pero suenan Carlos Navarro Montoya y José Pekerman como posibles incorporaciones.
La medida llega en el peor momento de la gestión Riquelme. El presidente de Boca enfrenta críticas por los resultados, el funcionamiento del club y la falta de autocrítica. Disolver el Consejo, uno de sus pilares, significa un golpe fuerte a su modelo original.