El Banco Central (BCRA) endureció su estrategia para absorber pesos y contener la presión cambiaria en la recta final hacia las elecciones. En ese marco, los bancos ofrecen 60% en plazos fijos para captar depósitos superiores a $1.000 millones. La medida se tomó tras la suba de 3,5 puntos en los encajes bancarios.
La decisión generó una fuerte competencia entre entidades que buscan atraer a grandes inversores, en especial empresas y fondos con liquidez. La tasa TAMAR, referencia para depósitos de alto volumen, superó el 60% y rompió el techo que marcaba el mercado. Muchos jugadores financieros salieron de bonos en pesos para aprovechar rendimientos de plazos fijos a 30 o 60 días o cauciones bursátiles de corto plazo.
La suba de tasas coincidió con la crisis política causada por los audios del ex titular de la Andis, Diego Spagnuolo, denunciando presuntas coimas. Ese escándalo golpeó a los mercados, aunque las acciones argentinas en Wall Street rebotaron hasta 4% tras el derrumbe del lunes. El riesgo país se mantuvo en niveles altos, por encima de los 800 puntos básicos.
El Gobierno busca evitar que la crisis y la incertidumbre electoral impacten en el precio del dólar. Con el nuevo esquema, el BCRA obliga a los bancos a integrar bonos del Tesoro como parte de los encajes. Así refuerza la demanda de deuda pública. Mientras tanto, el dólar oficial se sostuvo en $1.370, aunque analistas esperan más presiones hacia fin de mes. El Central incluso vendió futuros de dólar a tasa negativa, un hecho que refleja las tensiones crecientes.
La primera prueba será el 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, donde La Libertad Avanza enfrentará el costo político del escándalo. Analistas señalan que una derrota por menos de cinco puntos sería un “buen escenario” para el Gobierno, que quedaría mejor posicionado para las legislativas de octubre.