Un duro informe de Argentinos por la Educación reveló la baja graduación universitaria en Argentina: solo uno de cada diez argentinos de entre 25 y 30 años logra terminar una carrera universitaria. El dato, basado en el Indec, muestra que la tasa de graduación se mantiene estancada en torno al 9% desde hace una década, pese a que más jóvenes terminan el secundario.
Los especialistas señalaron que las causas son múltiples. Una de las principales es la necesidad de trabajar y estudiar al mismo tiempo, lo que dificulta sostener la cursada, especialmente cuando las facultades no ofrecen horarios flexibles o programas adaptados a esa realidad.
A esto se suman los cambios en el mercado laboral. Hoy muchos jóvenes prefieren formaciones más cortas, como tecnicaturas o certificaciones, que permitan una salida laboral inmediata. Las universidades, en respuesta, comienzan a revisar sus programas y a ofrecer títulos intermedios.
La brecha es más marcada en sectores populares: cuatro de cada diez estudiantes de esos hogares no completan el nivel medio. Los expertos coincidieron en que el desafío pasa por garantizar condiciones reales de acceso y permanencia para todos, con una educación superior “más flexible, inclusiva y actualizada”.


