El Gobierno nacional da inicio a una etapa de transición en el esquema de subsidios energéticos, marcando el comienzo de un periodo de incertidumbre en la desaceleración inflacionaria. Esto implica reducir los topes de consumos subsidiados para usuarios de ingresos bajos y medios, al tiempo que se otorgan bonificaciones y se establecen nuevos valores para el gas y la electricidad.
El ajuste de los subsidios resulta en un aumento significativo de las tarifas eléctricas, especialmente para los usuarios de ingresos medios y bajos, que representan la mayoría de los hogares en todo el país. En Tucumán, este incremento impactará en aproximadamente 400,000 servicios residenciales, afectando a una parte significativa de los 530,000 usuarios totales, concentrándose especialmente en las categorías N2 y N3.
Aunque el ajuste se enfoca en los estratos socioeconómicos más bajos y medios, todos los usuarios del servicio verán incrementos en sus tarifas, aunque de manera diferenciada. Los cambios se conocieron a través de resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, en el marco de un proceso de transición que se extiende hasta noviembre.
El impacto del ajuste varía según el nivel de ingresos, con bonificaciones del 71.9% y 55.9% para hogares de ingresos bajos y medios respectivamente. Los nuevos topes de consumo también afectarán a los usuarios, quienes pagarán tarifas más altas si exceden los límites establecidos.
Estas medidas buscan promover el consumo eficiente y responsable, aunque generan preocupación entre los usuarios por el aumento en sus facturas eléctricas. La autorización final del ajuste en Tucumán recae en el Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos Provinciales, lo que añade incertidumbre sobre la aplicación efectiva del aumento en la provincia.