Y un día, guiado por su Cruz, Banfield encontró el camino al triunfo y resucitó… De la mano del hijo del Jardinero, autor de un doblete y figura de la cancha, el Taladro cortó la racha de nueve partidos sin ganar y festejó por primera vez en el Sur en lo que va de la Liga Profesional ante un pobre Decano.
Sanguinetti llegaba con la soga al cuello, pero desató el nudo rápido de la mano de su goleador. Dátolo eligió jugar un corner corto, Álvarez la metió al área y Menéndez cometió doble error: dejó corto el rechazo y luego habilitó al hijo del Jardinero, que tras el centro de Maldonado metió un cabezazo al borde del área de chica para ajusticiar a Luchetti.
Con rasgos y movimientos similares a su papá, Cruz agarró la pala, mezcló un poco la tierra y decoró una flor de definición. Aprovechando el flojísimo partido de Orihuela en el lateral izquierdo de Atlético Tucumán, Álvarez, otro de los puntos altos del local, metió un exquisito pase entrelíneas y Juan Manuel se encargó de eludir al Laucha y de definir con la precisión exacta desde un ángulo bastante complicado.
Fuente los primeros
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