El Gobierno nacional rompió este miércoles un ciclo de casi ocho años de aislamiento financiero. El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que Argentina toma deuda en dólares mediante una nueva licitación en el mercado voluntario. La operación tuvo como objetivo obtener U$S 1.000 millones a una tasa del 9%, según anticipó el funcionario durante un encuentro de la Fundación IEB.
Detalles del Bonar 2029N
El instrumento elegido para esta maniobra fue el Bonar 2029N. Se trata de un título emitido bajo legislación local con un plazo de cuatro años. Su vencimiento operará en noviembre de 2029, ya durante un eventual nuevo mandato presidencial. El bono pagará un cupón semestral con una tasa del 6,5% y el capital se cancelará al final del período. La estrategia del Palacio de Hacienda apuntó a demostrar que el país puede conseguir financiamiento a tasas de un solo dígito.
Reservas y vencimientos
La decisión de salir al mercado respondió a la necesidad de afrontar los compromisos inminentes. En enero, el Estado debe cubrir vencimientos por U$S 4.500 millones. Con esta colocación, el Tesoro buscó evitar la compra de divisas en el mercado cambiario local, lo que podría haber presionado la inflación y la cotización del dólar. Además, la medida intentó proteger las reservas internacionales del Banco Central, que se mantienen lejos de las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional.
El contexto del mercado
La emisión se realizó en un contexto desafiante. El riesgo país, medido por el JP Morgan, se ubicó en torno a los 634 puntos básicos, lo que todavía limita el acceso pleno a los mercados globales. Sin embargo, los analistas consideraron que esta licitación podría funcionar como un puntapié inicial para recuperar la confianza de los inversores. Por otro lado, Caputo aclaró que la elección de la ley local se debió a las restricciones de la Ley Guzmán, que exige la aprobación del Congreso para emitir deuda bajo legislación extranjera.


