El Sero Electric es el primer vehículo 100% eléctrico fabricado en el país. En su renovada planta de Morón, ya comenzó la producción de sus tres modelos inspirados en los “microcars” europeos. Características, precios y objetivos de una compañía preocupada por intruducir formas de movilidad alternativas
En octubre de 2016, Buenos Aires había sido sede del primer Salón Latinoamericano de Vehículos Eléctricos, Componentes y Nuevas Tecnologías. Entre los quince stands, los ocho autos, las siete motos y las siete bicicletas distribuidas en la exposición, entre el compromiso uniforme por reflexionar sobre la movilidad sustentable y las tecnologías obreras de soluciones ecológicas para desplazamientos urbanos, en esa atmósfera de innovación y coloquio de ideas, una compañía trasladaba el concepto hacia un hecho fáctico.
Sero Electric avizoraba para entonces la consumación del proyecto de fabricar el primer auto eléctrico del país. Y, en efecto, la planta ya comenzó a operar. En el aeródromo de Morón, en una fábrica de dos mil metros cubiertos, catorce operarios y un ritmo mensual de veinte unidades, comenzó la construcción del primer automóvil completamente eléctrico de la industria automotriz argentina.
Tras la firma del convenio, el Intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro celebró: “Con la incorporación de estos vehículos profundizamos nuestro compromiso ambiental. Somos el primer Municipio de la Provincia en sumar autos eléctricos para ser utilizados en tareas de prevención y control vehicular en zonas céntricas”.
Con una inversión de cinco millones de pesos, la compañía montó una planta donde ya comenzó a producir los tres modelos que pertenecen a su portfolio: el Sedán, el Cargo Bajo y Cargo Alto como utilitarios, todos modelos de naturaleza interurbana inspirados en los “microcars” europeos. El precio de estos citycars eléctricos oscila entre los diez mil y los trece mil dólares.
“Es un nuevo concepto en movilidad. Presentamos un modelo de bajo costo y bajo mantenimiento. Con menos de veinte pesos, lo que equivale a una carga, podríamos hacer 70 kilómetros”, relató Pablo Naya, su director y fundador. El desafío primario de la compañía era construir un vehículo para transporte de personas y carga que fuera económico, ligero, práctico y versátil, como así edificar un producto moderno, de andar agradable y diseño interesante.
El Sero Electric toma las formas de un cuatriciclo ligero. Su velocidad está limitada en 50 kilómetros por hora, su peso asciende a 350 kilos, su capacidad es de cuatro personas, y su autonomìa estimativa es de 65 kilómetros gracias a un paquete de baterías de ciclo profundo de gel capaces de conectarse a la red eléctrica domiciliaria con una duración de entre seis y siete horas para obtener una carga completa. El 85% de cada unidad está construido con piezas nacionales: las restantes son autopartes importadas que en Argentina no se consiguen por cuestiones de costos y escalas de producción./ Infobae