Florianópolis, uno de los destinos más elegidos por turistas argentinos, enfrenta un brote de enfermedades gastrointestinales que mantiene en alerta a las autoridades sanitarias locales. Tras las celebraciones de Año Nuevo, se registró un aumento significativo de casos de diarrea viral, afectando tanto a residentes como a turistas. Si bien los cuadros son leves, requieren atención médica y medidas preventivas inmediatas.
Ana Paula Correia, jefa de enfermedades transmitidas por agua y alimentos, indicó que el brote coincide con las altas temperaturas y el intenso flujo turístico de la temporada. Entre las recomendaciones, destacó: lavarse las manos con frecuencia, consumir agua potable, evitar hielo de procedencia dudosa y revisar los alimentos antes de consumirlos.
En el Hospital Infantil Joana de Gusmão se atendió a niños con diarrea leve, quienes fueron dados de alta tras recibir tratamiento. El hospital informó que opera al 56% de su capacidad, considerado normal para esta época. Las autoridades locales subrayaron la importancia de estar atentos a los síntomas en niños y adultos mayores, las poblaciones más vulnerables.
El cónsul argentino en Florianópolis, Federico Costa, señaló que el número de turistas argentinos aumentó un 20% respecto a niveles prepandémicos, lo que impactó las infraestructuras sanitarias locales. Las condiciones climáticas, sumadas al incremento de agentes patógenos, como virus y bacterias, han contribuido a la propagación de la enfermedad.
Los expertos insisten en que las medidas de prevención son clave para evitar complicaciones y proteger la salud de quienes visitan la ciudad.