Pasado el fin de semana largo de Semana Santa, el impacto de la segunda ola de coronavirus provocó que los comercios denominados “no esenciales” tuvieran una caída fuerte en el consumo.
Un informe a nivel nacional reveló que las ventas de indumentaria, productos textiles, calzado, marroquinería y anteojos se redujeron ostensiblemente desde el lunes 5 de abril, y en algunos casos, incluso desde la última semana de marzo.
El presidente de la Cámara del Sweater, Pedro Bergaglio, señaló que “la retracción del consumo es el relato cotidiano de los últimos 15 días. Lamentablemente, más allá de un aumento de los casos (de contagios), la gente siente miedo y no quiere entrar a los locales“.
Hernán Douce, también directivo de la Cámara del Sweater, expresó: “Tenemos pensado desacelerar (la producción) ya que si la gente no circula, va a haber menos consumo”. Fuentes del sector textil ya se refieren a una caída del 30% en unidades en las últimas semanas.
Por su parte, el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, Fernando De Vito, indicó: “Ya hay una retracción del consumo. Hay clientes que están anulando pedidos y fabricantes que piden mayores plazos de pago a sus proveedores”.
“Las ventas se cayeron mal”, sentenció De Vito, quien consideró que “si llega a haber un cierre total, será una catástrofe”. Para graficar la dramática situación que atraviesan, puso como ejemplo que en un shopping de Bahía Blanca este miércoles “hasta las 12 del mediodía, había entrado un cliente por cada local”.
Por su lado, el tesorero de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero, Rubén Pallone, afirmó: “Hay mucho menos consumo y se empiezan a vaciar los locales”. “Cuesta efectuar una reposición, y los clientes compran menos, las ventas se cayeron”, añadió.
Norberto Fermani (titular de la Cámara Argentina de la Industria Óptica) manifestó: “La expectativa es mantener las líneas de producción funcionando, por supuesto con las limitaciones que tenemos en estos momentos. Es evidente que el consumo se verá afectado, consideremos que sin turismo los anteojos para sol no se venden, y los de receta con las restricciones de movilidad y estrictos protocolos en los centros oftálmicos se generan menos controles de salud visual, con el resultado que los pacientes no reemplazan sus anteojos”, precisó.
Fuente: Los primeros tv
