La nueva tasa de referencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA) impactará en el corto plazo en el costo de financiación de las tarjetas de crédito. Según economistas la transferencia de esta modificación a las tasas de los plásticos podrá llegar en algunos casos hasta el 15%. Recomiendan no “tarjetear” y menos aún abonar el mínimo de los resúmenes en donde el costo financiero total puede llegar al 100% anual.
Así es que si la opción es esta última, economistas no lo recomiendan porque el costo es cada vez más alto y seguirá en aumento.
Solo por dar algunos ejemplos, en base a datos del Banco Central, la Tasa Efectiva Anual (TEA) del Galicia saltó de enero a ahora del 49,18% a 56,08% en la tarjeta de crédito nacional. En el caso del Santander Río ese ítem pasó de 62,43% a 68,37%; el Supervielle de 62,43% a 68,37% y el Francés de 44,48% a 52,20%. El Banco Nación de 37,61% a 38,35%, solo por citar algunos.
Así es que ahora se espera una nueva suba, por lo que hay que prestar atención a las comisiones y tasas dependiendo la entidad, ya que hay algunos bancos que cobran hasta siete veces más caros que otros.
Aumento de tasas
En medio de la corrida cambiaria del dólar e intentando frenar el incremento de la cotización frente al peso, la semana pasada el BCRA decidió aumentar la tasa de política monetaria a 40%.
Por ello, a partir de junio y julio financiarse con la tarjeta será más caro. “En principio se estima que el impacto va a ser significativo (un 15% en promedio de incremento de tasa) pero el mayor impacto se va a sentir en el costo financiero total (CFT) de las tarjetas y que en algunos casos supera el 100% anual”, explicó José Vargas, de Evaluecon.
Lo que sucede, según el especialista, es que en el CFT incluye “costos operativos, envío resumen, gastos administrativos, seguro de vida, comisiones, etc. Que ante el nuevo escenario no es descabellado pensar en CFT que superen el 200% anual, dado el nuevo escenario económico”.
Hasta el momento, las tasas de interés de las tarjetas de mayo con respecto a abril no se han modificado debido a que los cambios en la política del Central fueron recién a principios de mayo, según afirma Los Andes.
Sin embargo, “a partir de junio vendrán las modificaciones ante el nuevo escenario. Los bancos no pueden cambiarlos de un día al otro sin anunciarlo antes a sus clientes”, explicó Vargas y agregó que lo que puede subir es el CFT “ya que este ítem no necesita autorización para aumentarlos, ni anunciarles antes a los clientes. Incluso como la mayoría de las tarjetas cierra cerca del 23 de cada mes, tampoco los clientes han tenido el impacto de la devaluación del peso que se dio a partir del 25 del mes pasado”.
Coincidió con este panorama Gustavo Reyes, de la Fundación Mediterránea, quien señaló que a pesar de que el BCRA aumente la tasa no es obligatorio que las entidades privadas incrementen en sus paquetes de servicios. Sin embargo, “es correlativo al mercado”. Además, indicó al igual que Vargas que “la modificación se verá recién reflejada en el próximo mes, previo aviso a los clientes”.
Por su parte, Rodrigo González, de Fundación Ideal agregó que la nueva tasa de referencia impacta sobre todo el sistema financiero y “es un costo de oportunidad para los bancos. Por eso, el costo de oportunidad que tienen como inversión lo trasladan a todos sus servicios”.
También Daniel Garro, de Value International Group, remarcó que “la suba provocada por el BCRA se extenderá al resto de la economía debido a que intenta aspirar liquidez excedente por la caída en la demanda de dinero, dada la oferta de dinero generada por el propio BCRA”. Así es que “esto inexorablemente traerá suba del resto de las tasas, incluida la de tarjetas”.
“La sugerencia es que hay que evitar financiarse con la tarjeta, porque cada vez va a ser más cara. Hay que tratar de esconder las tarjetas en el caso de pagos de productos en cuotas con interés. Sólo deberían usarse para pagar en un pago por los cambios en las tasas”, sostuvo el economista./IPROFESIONAL