Son hijos de la desilusión de una Argentina que transita su existencia de crisis en crisis. Un país en donde si un joven tiene la dicha de ser de esa minoría que aún no cayó en la pobreza y logró completar sus estudios, se convirtió en un anhelo tener un trabajo estable cuyo sueldo dure al menos 30 días. Frente a este panorama, no sorprende el desencanto que expresan hacia la clase política. Un cocktail en el cual ante la falta de oportunidades y esperanza para muchos jóvenes la puerta de salida está en Ezeiza.
“Soy médica, estuve trabajando en todo lo que es pacientes COVID-19 durante un año, y ahora me voy a vivir a España”, dice una chica luego de hacer el chek-in. “Soy ingeniero naval, ella es abogada”: una pareja tomó la misma decisión ante “la falta de esperanza al futuro del país” pese a que tenían trabajo; “estábamos muy bien pero entre la inseguridad y la inestabilidad económica…”. Todos son testimonios recogidos en un informe del programa de Jorge Lanata, Periodismo Para Todos (PPT – Canal 13).6 de cada 10 estudiantes universitarios quieren irse de Argentina (Shutterstock)
Tiempo atrás, Alberto Fernández dijo: “En el año 2001, 2002, con Nicolás (Trotta) creamos ‘Los jóvenes K’, con él montamos un enorme cartel llegando al Aeropuerto de Ezeiza que decía ‘no te vayas que viene Kirchner’”. En julio, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero remarcó que “el destino para nuestras juventudes no puede ser Ezeiza”. Llegó Néstor Kirchner, luego Cristina Kirchner, pasó Mauricio Macri y hoy, 20 años después de la última gran crisis política, social, económica e institucional, el Ejecutivo está a cargo de Alberto Fernández. En dos décadas el país volvió a ser aquél en el cual cada vez más jóvenes toman la decisión de emigrar.
Seis de cada diez chicos son pobres en Argentina; 5 de cada 10 no terminan el secundario y quienes sí tienen la posibilidad de estudiar, cada vez más, eligen irse del país. En efecto, 6 de cada 10 estudiantes universitarios quieren irse de Argentina. La “fuga de talentos” es todavía mayor que en 2001 cuando solo cuatro de cada diez pensaban en emigrar.El 96% de la Generación Z gana en Argentina menos de 50 mil pesos mensuales
Iván Estévez estudió programación pero acá no consiguió empleo. “Me voy a Dinamarca porque siento que estoy bastante estancado, acá no hay posibilidades, la vengo remando hace bastante, siento que un paso que doy me tiran tres para atrás. Es imposible”, lamenta. Su esposa está a siete materias de recibirse de ingeniera ambiental y “tampoco ve la hora de irse”.
¿Qué significa sentir que un paso para adelante son tres para atrás?: “Uno se forma, estudia, trabaja todos los días, pero vos querés progresar y es imposible, es imposible llegar a fin de mes cómodo”, agrega Estévez quien siente “tristeza y bronca” por el dolor que le genera tener que tomar esta decisión. “Argentina me encanta, me encantan sus lugares y su gente, pero no se puede proyectar”, sentencia.
El desempleo en los jóvenes supera el 25% en el país. Además, un joven profesional tiene en Argentina el salario más bajo de toda la región: en la comparativa -con el dólar libre- gana un tercio de lo que ganaría en Chile; la mitad de lo que ganaría en Perú; y un 35% menos de lo que ganaría en México o Brasil. No son los datos más alarmantes: hay otros que indican que solo cuatro de cada 10 jóvenes consigue un trabajo formal y que el 96% de la Generación Z gana menos de 50 mil pesos mensuales, precisó el informe de PPT.
“Me voy a España, un lugar donde uno trabaja y ve los frutos, el sueldo rinde”, expresó otro veinteañero en el aeropuerto Ministro Pistarini. “Tengo 30, me voy a Madrid a vivir una gran aventura, buscar trabajo, mudarnos a ver qué nos depara el destino”, agrega otra persona.
fuente: Infobae
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