Franco estaba en la zona de las balanzas del depósito de Emilio Luque Autopista cuando lo vio: un niño con el barbijo puesto y los ojos hinchados de tanto llanto, se acercó a él y, entre sollozos, intentó contarle por qué lloraba y su nombre: “Me llamo Marcos”.
Marcos, el niño que solo portaba una mochila con útiles escolares, se acercó a Fran y le dijo: “Mi tía me corrió de mi casa, no tengo papás: fallecieron por Coronavirus”. Así lo cuenta Fran: “Eran las 19.30 y el niño estaba solo, caminando para el lado de Famaillá. Había salido de la escuela y nos contaba eso: que lo habían echado de la casa”.
Mientras Fran escuchaba al niño, un comisario retirado que hace las veces de guardia en el depósito se contactó con agentes de la Policía de Tucumán, a quienes Marcos les dijo lo mismo pero, después de indagar con otras fuentes allegadas, se supo: “El niño vive en el barrio San Alberto, va a la escuela Crucero Belgrano y sus padres no fallecieron: están bien, pero sería una familia complicada”.
“Estaba destruido el chico. La verdad es que nunca me había pasado vivir algo así: nos contó todo lo que estaba pasando, solo tenía los útiles de la escuela y lloraba. Lloraba todo el tiempo. Por suerte, el niño vino hacia nosotros porque ya se estaba haciendo de noche y para el lado que iba, al costado de la ruta, solo hay perros y oscuridad”.
¿Qué pasó con Marcos después? “Supimos que los padres estaban sanos, que no habían muerto por coronavirus, que había una tía metida en el medio, que lo estaban buscando y que, luego de hablar con la Policía, el niño volvió a su casa. Ojalá solo haya quedado en un susto”, indica Fran, quien compartió la publicación que conmocionó a las redes sociales. Cada vez son más los chicos que se van de sus casas. ¿Qué pasa en Tucumán?


Fuente el tucumano
Cualquier información o denuncia que necesites dar a conocer podés mandarla a nuestro WhatsApp: 381-3473571 – Ventana del Norte