Macri se siente traicionado por los gobernadores peronistas

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Le atribuyó irresponsabilidad por votar el freno a las subas y se preguntó: “¿Querían hacer una demostración de poder?”; en el Gobierno prevén un diálogo más ríspido con los que no cooperan

El enojo fue evidente. Indisimulable. En el centro de este pueblo colonial donde viven 6000 habitantes, una de las principales atracciones del Valle Calchaquí, a 2300 metros de altura, el presidente Mauricio Macri golpeó la mesa y mandó un mensaje claro, nítido, a los gobernadores peronistas, a los que acusó de “irresponsables”. No habrá ruptura, pero el malestar fue elocuente. 

Ni siquiera lo serenó el escenario natural, que ya presenta en las altas cumbres las primeras nevadas del invierno. A horas de firmar el veto que puso punto final al intento de la oposición de retrotraer las tarifas de los servicios públicos a noviembre, el Presidente cargó contra el peronismo en general, pero por primera vez en mucho tiempo también exteriorizó su malestar con los mandatarios provinciales del PJ.

“Creo que los gobernadores, los senadores, tienen que explicar por qué votaron algo que ellos mismos dijeron que era un desastre, un mamarracho”, se despachó el jefe del Estado, que se presentó en el salón municipal de esta localidad, situado frente a la plaza central.

“¿Para qué lo hicieron? ¿Querían hacer una demostración de poder? Sabemos que tienen mayoría en las Cámaras, pero el poder lo tiene la gente. Los argentinos hicieron un cambio, no quieren volver atrás, van a ir hacia el futuro y tenemos que colaborar todos. No sirve apoyar algunas cosas y otras no, o en esta queremos ser irresponsables. La responsabilidad es una actitud de vida; tienen que pensar si esto suma o no para los argentinos. Tienen que pensar si esto que hicieron crea futuro. Para mí, no crea futuro”, lanzó el Presidente, que minutos antes se había reunido con el gobernador local, Juan Manuel Urtubey , uno de los pocos que lograron que los senadores respalden al oficialismo.

El comportamiento de la oposición dividió las aguas en el Gabinete. Hay un grupo de ministros que buscarán en cada oportunidad que tengan hacer diferencias entre los que “juegan bien” y los que en privado dicen una cosa y después hacen otra. “Si tengo que elegir dónde hago una obra y tengo varias opciones eso será el primer filtro”, reconoció uno de los ministros que acompañó a Macri a Salta.

Cerca de Macri destacaron que el triunfo de la oposición en el Congreso dejó en claro que el peronismo tiene poder de daño. “Fue una señal, pero es difícil por la composición que se vuelva a dar. Ellos tienen tensiones internas”, advirtió uno de los negociadores del oficialismo. Pero por las dudas, cerca de Macri advirtieron: “No nos vamos a pelear, pero guardamos los datos de cada uno”. /La Nación