Por dónde y con qué comienzo es la pregunta que nos hacemos cuando solemos pensar en emprender.
En la mayoría de los casos los emprendedores, inician sus emprendimientos con su propios recursos, con lo que tienen a mano, lo cual en la jerga de los negocios se llama bootstrapping, el cual se utiliza para referirse a utilizar los recursos existentes, como ahorros propios, herramientas de trabajo, su capital relacional, notebook propia, un espacio de su hogar, entre otros recursos físicos e intangibles.
Si bien tiene una gran ventaja contar solo con los recursos existentes, porque no asume el riesgo de pagar un préstamo o de compartir parte de la empresa con algún inversionista, la desventaja está dada en la limitación al crecimiento de la empresa, ya que si la demanda excede la capacidad que tiene el emprendimiento de afrontarla, no podrá responder con los recursos actuales.

“Para un emprendedor, una buena red de contactos puede representar la expansión de su negocio”
Cuando no se realiza bootstrapping, podemos decir que el emprendimiento se inicia con un capital semilla, el cual es el capital necesario para comenzar un proyecto y de ahí las 4 F, porque este proviene generalmente del fundador, sus activos o su capacidad de acceso a crédito, y de sus familiares amigos y “tontos” (friends, family, fools) los llamados
a quienes el emprendedor logra convencer para que lo acompañen en esta aventura emprendedora, por eso cuanto más importante y consolidada sea su red de contactos, más posibilidades tendrá de acceder a este recurso.
Este capital es relativamente pequeño porque el proyecto está en etapa de inicio y es necesario para hacer despegar el proyecto, es considerado de alto riesgo, pero de alto retorno en caso que el proyecto se transforme finalmente en un emprendimiento de alto potencial de crecimiento.
Este capital se obtiene a cambio de una participación accionaria minoritaria, pero con menos requisitos formales y legales que en rondas subsiguientes. Esto va a depender del tipo de emprendimiento, del monto de capital y principalmente de la confianza. Cuando es otorgado por familiares y amigos, se lo llama también “love Money” o plata amorosa, porque la decisión de invertirlo depende de la relación personal y del grado de confiabilidad que genera el emprendedor. Por lo que muchas veces el emprendedor si tiene éxito en el emprendimiento devuelve el monto directamente, caso contrario si fracasa el emprendimiento.
En cuanto al financiamiento, casi el 70% del capital semilla de los nuevos emprendimientos es provisto por los propios emprendedores y casi el 25% por inversores informales.
En esta etapa los emprendedores también pueden acceder a Créditos , aportes no reembolsables y obtener premios en dinero por concursos generados por instituciones públicas y privadas del ecosistema emprendedor, los cuales dependerá del grado de innovación, del modelo de negocio y de la capacidad de gestión del emprendedor y su equipo.
Luego de estas etapas podrían algunos emprendimientos escalar y acceder nuevos financiamientos como el de los inversores ángeles.

¿Cómo acceder a un crédito o a un ANR para iniciar un emprendimiento?
Hace varios años que existen convocatorias para líneas de créditos a tasa cero y subsidios que ofrecen el estado nacional, para el cual es imprescindible tener el asesoramiento y acompañamiento de Instituciones de gestión de apoyo al emprendedor, entre ellas existen incubadoras, aceleradoras, centro de emprendedores, clubes de emprendedores, entre otros, que asesoran y acompañan en la formulación y gestión del proyecto. En Tucumán existen varias, entre ellas se encuentra la “Incubadora del IDEP”, Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán, “Tecnoincuba” Incubadora de la UTN – FRT y la Incubadora de la UNT.
Estas líneas suelen tener un plazo para la presentación de proyectos y todas solicitan un plan de negocios con estimación al menos de 3 años.

Hay líneas activas para nuevos emprendimientos
Actualmente se encuentra activa la línea de financiamiento “PAC Emprendedores Reactivación Económica” que otorga el Ministerio de Desarrollo Productivo Nacional.
Está dirigido a emprendedores cuyo proyecto se encuentre en estadio de ideación y/o puesta en marcha, los cuales podrán acceder a un ANR (Aportes no reembolsables) máximo de $550.000 y, si se encuentra en estadio de desarrollo inicial o crecimiento, podrán acceder a un ANR de $2.000.000. La convocatoria cierra el 12 de octubre de 2020.
Para mayor información acceder a:
https://www.argentina.gob.ar/produccion/pac/acceder-pac-emprendedores-reactivacion-productiva

Por: Catalina Mamani
Asesora, tutora y capacitadora de emprendedores
Mail: catymamani@gmail.com
Twitter: @Catymamani
Catalina Mamani es Coordinadora de emprendedorismo en la UTN – FRT, asesora y capacita emprendedores en la Incubadora de empresas Tecnoincuba y en el Club de emprendedores Tucumán.
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