La escena vivida el pasado 24 de junio a las once de la mañana es trágica y paradójica. El ciudadano chino Chen Fuxin es el propietario del comercio ubicado en Crisóstomo Álvarez primera cuadra que supuestamente acaba de ser robado. Es la víctima de un supuesto hurto que nunca ha sido denunciado. El protagonista del hurto sería Walter Ceferino Nadal, a quien encuentra luego en la primera cuadra de la calle Las Heras tirado en el piso mientras es reducido por un grupo de policías. Chen se acerca y, a una distancia de un metro y medio de donde se produce el violento episodio toma dos fotos con su teléfono celular. En una de ellas, se lo ve a Nadal esposado boca abajo en el piso. Mientras un bicipolicía le apoya las manos sobre la espalda, otro uniformado presiona con todo el peso de su cuerpo su rodilla izquierda entre el cuello y la nuca de quien terminará muerto, en una imagen que es inevitable asociar con la del estadounidense George Floyd asesinado por un agente de Minneapolis ante las cámaras. Ahora Nadal es la víctima y el comerciante chino quien aporta una prueba clave para esclarecer su muerte.
Las fotografías tomadas por Chen constan en el expediente y fueron publicadas hoy por el diario Clarín. Para Benito Antonio Allende, abogado de la familia Nadal, las imágenes no hacen más que confirmar los testimonios y los datos arrojados por las primeras pericias que indican que Ceferino “sufrió en vida la comprensión violenta del cuello, lo que produjo la interrupción normal del aire a la vía aérea, produciéndose asfixia de tipo mecánica, con anoxia irreversible y muerte”. “Está claro que han buscado producir la muerte, la foto no es más que el reflejo de cómo están preparando al personal policial. Después de estas fotos no sé qué puede salir a decir (Claudio) Maley, lo mínimo que tiene que hacer es retratarse y pedir disculpas”, recalcó el letrado.
Ante el episodio en el que resultó muerto Ceferino Nadal, el ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Maley, había salido a defender el accionar de los miembros de la fuerza: “El procedimiento policial fue correcto, fue oportuno; lo detuvieron bajo las técnicas de reducción de estándares internacionales”. Sin embargo, Allende denunció que el ministro ha buscado entorpecer la investigación en curso: “Las fotos son contundentes, Maley ya no puede hablar de un procedimiento que ha sido correcto, ha estado encubriendo y faltando a la verdad. Correspondería una solicitud de juicio político, él ha estado hablando a favor de este operativo y ha dicho que ha sido oportuno. Ha estado haciendo manifestaciones para desviar el curso de la investigación”.
Según detalla el abogado, las fotos no son los únicos indicios que probarían que la muerte de Nadal se produjo por un caso de brutalidad policial. Todas las prendas de la víctima presentan manchas de sangre y se constató en los primeros análisis que sufrió, además de las lesiones en el cuello, múltiples golpes en el rostro, fractura de tórax, corte del cuero cabelludo, entre otras heridas. “Tiene lesiones por todos lados”, destacó Allende en diálogo con eltucumano.com. El letrado también aseguró que varios de los policías que participaron del procedimiento incurrieron en contradicciones en sus declaraciones ante la justicia.
El abogado de la querella ha denunciado además distintas irregularidades en la investigación como la excesiva demora de las pericias complementarias que, casi un mes después del suceso, todavía no se han dado a conocer y estarían recién el próximo lunes. También ha denunciado el temor de parcialidad dado que parte del personal que participa de la investigación había pertenecido a la fuerza policial. Hasta el momento, la causa por la muerte del hombre de 43 años está caratulada como muerte dudosa y no hay ningún policía imputado.
“No mezclemos el pasado de él cuando se ve claro en los videos que hay un atropello policial tremendo. Me molesta la impunidad que hay, no puedo creer todavía que no tengamos los exámenes, mañana se cumple un mes. Si se están tardando tanto es por algo, por eso nos hace ruido todo esto. Creo que saben lo que se les viene. Acá hay muchas manos negras, tenemos miedo que a esto lo transformen en algo que no es”, contó por su parte la viuda de Nadal, Karina Rodríguez. La mujer de 47 años hizo referencia a los antecedentes penales de su esposo a los cuales apeló en su momento Maley para justificar el accionar policial: “Lo que hizo en su pasado él ya lo había pagado. No le debía a la justicia nada. Ellos quieren tapar la impunidad policial que hay ¿qué derecho tienen ellos tienen a pegar? Ellos no saben hablar, saben pegar. No entiendo por qué tanto circo. Si ellos son policías ¿por qué no lo han detenido como correspondía?”.
Otro de los puntos que desmienten tanto el abogado de la querella como los familiares de Ceferino Nadal es que la víctima haya sufrido alguna patología cardíaca que le haya generado la muerte. “Gracias a Dios era sano. Ahora salen a decir que tienen que analizar la historia clínica, hasta fueron a pedir el legajo médico de la cárcel. Estamos hablando de un homicidio, a él lo han matado, eso es lo que están queriendo tapar. Ellos quieren hacer ver como que le ha dado un infarto”, recalcó Karina Rodríguez.
La viuda de la víctima ya había denunciado persecuciones y apremios por parte de la policía a su esposo: “No lo querían porque era una persona que no se quedaba callada. Todo esto ha empezado porque le pedían plata. Cada vez que lo detenían yo pagaba 3000, 1000 o 500 pesos en la comisaría primera ¿Por qué lo tenían que encerrar si él ya había pagado por sus errores? ¿Por qué seguir hostigándolo de esa forma?”.
La publicación de las fotos se produce en un momento en que las fuerzas de seguridad de la provincia están fuertemente cuestionadas por su accionar. A la muerte de Nadal se suma el asesinato y desaparición del peón rural Luis Espinoza el pasado 15 de mayo y el caso de Enrique Courtade, el abogado que de Concepción que filmó mientras era golpeado en el interior de la comisaría de esa ciudad. “Me estuvieron torturando durante casi una hora. Me iban a matar. No me daban garantías. Me patotearon cuatro policías. Un funcionario judicial me rescató porque una mujer me reconoció y llamó por teléfono”, declaró el letrado que sufrió el maltrato.



Fuente el tucumano.



