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lunes, julio 7, 2025
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Un pasajero asaltó a un chofer de la línea 17 con un cuchillo para cortar zapallos. Lo hirió en el mismo lugar en donde el conductor tiene alojada una bala por un asalto anterior

Momentos de pánico y tensión vivió un chofer de la línea 17 junto a 5 pasajeros, la tarde del pasado domingo.

Eran las 16 hs. cuando S.M. (se preserva la identidad por pedido de la víctima) cumplía con la primera vuelta de su recorrido asignado y llegaba a la zona de Villa 9 de Julio.

En la esquina de avenida Martín Berho y Coronel Suárez, un adolescente de unos 17 años aproximadamente, le hizo seña para que se detenga y así ascender a la unidad. Luego de marcar tarjeta, caminó por el pasillo y se sentó en el tercer asiento de la fila individual. Según contó el chofer, lo notó nervioso e intranquilo“Miré por el retrovisor e iba sentado de costado, pero mirando hacia todos lados”, relató. 

Recorrieron tres cuadras y antes de llegar a avenida Coronel Suárez y Raúl Colombres comenzó la pesadilla para el conductor y los pasajeros. El joven levantó la voz desde la butaca indicándo que allí se bajaba. El conductor comenzó a disminuir la velocidad para luego abrir la puerta trasera, pero el joven delincuente fue hacia adelante. 

“Se acercó y cuando volví a mirar por el espejo retrovisor, vi que sacó algo de entre sus ropas y comenzó a pegarme en la nuca y en la espalda. Los pasajeros comenzaron a gritar, se agolparon todos en la parte de atrás, tocaban el timbre sin parar e intentaban abrir la puerta”, contó conmocionado el chofer. “Yo por los nervios, trataba de encontrar los pedales ya que el colectivo aún iba en movimiento, pero el tipo no paraba de pegarme y exigirme dinero y celular. Finalmente logré detener la unidad, me agarré la cabeza, cerré mis ojos y esperé a que me pegara un tiro”, detalló el conductor.

Luego, la víctima dejó por unos segundos de recibir golpes y el malviviente quiso arremeter contra los pasajeros, pero el chofer decidió actuar. “Me di vuelta rápido, me levanté, el me vió y vino nuevamente hacia mi. Ahí note que lo que tenía en sus manos era un cuchillo de esos que son como para cortar zapallos. Comenzó a tirarme puntazos, a exigirme dinero y el teléfono. No tenía celular, pero atiné a meter la mano en el bolsillo donde tenía el carnet de manejo y 50 pesos. Me quitó el billete, la gente seguía gritando atrás y nuevamente me tiró otro puntazo en la cara, pero logré cubrirme con el brazo y me lastimó”. 

En ese mismo brazo, el conductor tiene alojada una bala por un asalto anterior que sufrió hace 4 años cuando trabajaba en la línea 12 y circulaba por el barrio Smata II. Allí, durante la noche en calle Rojas Paz, entre Américo Vespucio y Ollero, un delincuente baleó a este chofer y escapó. El hombre logró manejar 5 cuadras herido, hasta lograr ser asistido.

Con el colectivo ya detenido, el delincuente del cuchillo logró escapar y el chofer manejó unos 50 metros más hasta llegar a la esquina del parque en Gobernador del Campo y Coronel Suárez. Se aproximaba otra unidad de la misma empresa y derivó al resto de los pasajeros allí. Salvo uno que se quedó junto a el para ayudarlo. 

En ese momento vieron que casualmente pasaba una camioneta con tres policías a bordo. Comenzaron a hacerle juegos de luces y gritarle, pero el pasajero bajó corriendo y logró contarles a los uniformados lo sucedido. El chofer aportó a estos la descripción del delincuente y los uniformados se fueron bajo la promesa de hacer un rastrillaje, no sin antes decirle que haga la denuncia en la comisaría.

Hacia allí fueron los dos, el chofer y el pasajero. Al llegar a laseccional 10°, había un solo policía quien fue el que les tomó declaración a ambos.

Finalmente, S.M. en diálogo con este medio reflexionó: “Mirá, para empezar la zona de Villa 9 de Julio es muy peligrosa. Nuestros servicios son 5 vueltas en total, es decir, son 5 veces las que tenemos que pasar por ahí mis compañeros y yo, pero lo hacemos con miedo“.

Luego agrega: “A veces le abrís la puerta a una señora embarazada y suben 4 o 5 tipos bien vestidos pero con fierros escondidos. Estas dudando continuamante cuando, por ejemplo, alguien desde atrás se para y mete la mano en el bolsillo, vivimos con esa tensión. Si bien, las heridas fueron superficiales, pero cada mañana que me levantó para ir a manejar, veo dormir a mi mujer con la que estamos esperando un bebé y me voy con la idea de que me pueden pegar un tiro nuevamente”, conluyó la víctima. 

Con respecto al delincuente del cuchillo, no se supo nada aún.

Fuente: Periódico Móvil

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