El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó el regreso de la Argentina a los mercados de deuda voluntaria. El funcionario anunció que el Gobierno lanza un bono en dólares bajo legislación local, denominado Bonar 2029N. Esta medida implicó la emisión de nueva deuda con una tasa del 6,5% anual y vencimiento el 30 de noviembre de 2029. El objetivo central fue captar divisas para afrontar los compromisos inminentes sin afectar las reservas del Banco Central.
Caputo precisó que lo recaudado se utilizará para pagar una parte de los vencimientos de capital de enero, que rondan los U$S 4.300 millones. Desde el Palacio de Hacienda explicaron que la estrategia buscó aprovechar la compresión de las tasas de interés y la confianza del mercado tras el resultado electoral. De esta manera, el Tesoro inició un camino para refinanciar sus pasivos mediante nuevo endeudamiento (roll-over) sin estresar la hoja de balance de la autoridad monetaria.
El nuevo título amortizará el 100% del capital al vencimiento y pagará intereses semestrales. Los fondos obtenidos se destinarán específicamente a cancelar parcialmente el capital de los bonos Globales y Bonares. La licitación se programó para el 10 de diciembre, con un tramo no competitivo para pequeños inversores (hasta U$S 50.000) y otro competitivo para grandes montos.
La liquidación de las adjudicaciones quedó prevista para el 12 de diciembre. Las órdenes deberán canalizarse a través de agentes registrados en la Comisión Nacional de Valores. Esta emisión marcó un cambio de tendencia, ya que el Gobierno busca demostrar capacidad de financiamiento genuino en el mercado voluntario para cubrir sus deudas.


