El gobernador Osvaldo Jaldo, el vicegobernador Miguel Acevedo y el legislador Sergio Mansilla sellaron un acuerdo clave en la Casa de Gobierno. Los referentes del peronismo definieron que habrá reforma política en Tucumán, pero con un alcance limitado. El sistema electoral mantendrá su esencia, conservando los acoples y las boletas partidarias de papel.
La decisión se tomó tras una semana de tensiones internas. La resistencia de dirigentes territoriales como Mansilla y Darío Monteros frenó los intentos de cambios profundos. Sin embargo, Acevedo logró incluir avances institucionales como la ley de Ficha Limpia, la paridad de género y un incentivo para los docentes que fiscalicen los comicios.
El punto más polémico de la reforma fue el límite a los acoples. La normativa, que se aprobará el 18 de diciembre, estableció un tope generoso: se permitirán tantas colectoras como bancas haya en juego. Esto significa que en la Capital un candidato a gobernador podrá llevar hasta 19 acoples, lo que garantiza que el cuarto oscuro seguirá poblado de boletas en 2027.
El gran ausente del acuerdo fue la modernización del sistema de votación. La Boleta Única Electrónica quedó descartada bajo el argumento oficial del costo y la baja de la coparticipación. Sin embargo, el trasfondo político indicó que el sistema tradicional de papel sigue siendo funcional a la estructura de los aparatos territoriales del oficialismo.


