Tucumán Central se consagró campeón de la Liga Tucumana, pero la final contra Concepción FC terminó en un escándalo de violencia, represión policial y graves acusaciones contra el arbitraje. El “Rojo” de Villa Alem ganó 1-0 con gol de Nelson Martínez Llanos, pero el fútbol quedó opacado por una jornada que expuso la crisis estructural de la Liga.
La polémica arbitral fue el eje del conflicto. Los jugadores de Concepción FC denunciaron errores groseros del árbitro Axel Santillán y el asistente Víctor Escobar. El momento más crítico fue a los 20 minutos, cuando Escobar anuló un gol de Hernán Lastra (Concepción) por un offside inexistente, lo que desató la furia de la tribuna.
El partido ya venía cargado de suspicacias por los antecedentes de ambas semifinales, también marcadas por arbitrajes cuestionados. La designación de Santillán tampoco había generado tranquilidad, dado su historial en partidos conflictivos de la Liga y el Regional Amateur.
El encuentro se desvirtuó por completo en el segundo tiempo. Hubo un corte de luz que dejó el estadio a oscuras, expulsiones (Emanuel Cuevas en Concepción y César Abregú en Tucumán Central) y cruces entre jugadores. Sobre el final, hinchas de Concepción invadieron el campo de juego. La policía intervino y reprimió a los hinchas sureños fuera del estadio, mientras los jugadores del “Cuervo” se negaban a recibir las medallas de subcampeón.
