El gobernador Osvaldo Jaldo convocó a la plana mayor de la Policía tras el escándalo en El Cadillal. El hallazgo de policías y reclusos trabajando en una obra privada motivó la reunión. El mandatario, dispuso la baja inmediata de los efectivos involucrados. También, Jaldo exigió informes detallados sobre el funcionamiento de todas las regionales.
La reunión contó con la presencia del ministro Eugenio Agüero Gamboa y la cúpula policial. El Gobierno calificó el hecho como de “extrema gravedad”. Además, reafirmó la política de “impunidad cero” de la gestión provincial.
El ministro Agüero Gamboa confirmó las sanciones. El Gobierno dio de baja a los dos efectivos hallados en la obra. La medida incluyó también al jefe y segundo jefe de la Unidad Regional Norte. “Este es un hecho de extrema gravedad, por eso el gobernador actuó con rapidez”, declaró el ministro.
Jaldo solicitó un informe exhaustivo de cada regional. Mientras tanto, el comisario Soria asumió interinamente al frente de la URN. Las autoridades trasladaron al penal Benjamín Páez a los dos detenidos, que debían estar en la Comisaría de Chuscha. El ministro reconoció que “fue un golpe muy fuerte para la institución”. Sin embargo, aseguró que seguirán “depurando” la fuerza.


