El paro de ómnibus en Tucumán continuó durante toda la jornada de este viernes, afectando a miles de usuarios en la capital. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) sostuvo la medida y advirtió que, de no haber una solución, “es probable que debamos profundizar las medidas desde el lunes”.
La huelga afectó a 13 de las 14 líneas urbanas. El conflicto se mantuvo firme por el rechazo de UTA a las 154 suspensiones aplicadas por la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat). La única empresa que prestó servicio fue la Línea 8, ya que no había dispuesto suspensiones.
La tensión creció ayer por la tarde, cuando los empresarios abandonaron una reunión con funcionarios municipales. Aetat rechazó la propuesta del municipio, que incluía el adelanto de fondos SUBE y la reliquidación del Subem. La secretaria de Gobierno, Camila Giuliano, expresó que los empresarios “no quieren arreglar”.
Los empresarios insistieron en que el municipio no garantiza la ecuación económica y denunciaron la “falta de controles a los ilegales”, como Uber Moto. Aetat reclamó un subsidio de $2.000 millones, que la intendenta Chahla calificó de “impracticable”. Para intentar destrabar el conflicto, se convocó a una nueva mesa de diálogo para este viernes a las 10 en el Concejo Deliberante.


