La alegría por la liberación de los rehenes vivos en Israel se vio empañada este lunes por la angustia y la indignación. El grupo terrorista Hamas entregó solo 4 de los 28 cuerpos de los cautivos fallecidos que había prometido devolver como parte del acuerdo de alto el fuego. La entrega parcial fue calificada como una “violación flagrante” del pacto y reavivó el temor de las familias, que recordaron que en el pasado la organización ya ha entregado cadáveres cambiados.
El grupo terrorista aseguró que los restos pertenecen a Guy Illouz, Yossi Sharabi, Bipin Joshi y el capitán Daniel Perez. Sin embargo, las autoridades israelíes iniciaron de inmediato un complejo proceso de identificación en el Instituto Forense Abu Kabir de Tel Aviv, que podría demorar hasta 48 horas. La desconfianza es máxima, sobre todo tras un episodio en febrero, cuando Hamás envió un ataúd con la foto de Shiri Bibas pero adentro se encontraba el cuerpo de otra mujer.
La reacción de los familiares de quienes aún esperan recuperar los restos de sus seres queridos fue inmediata. El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos exigió una respuesta del gobierno israelí y de los mediadores internacionales. “Esperamos que actúen inmediatamente para corregir esta terrible injusticia”, expresaron en un comunicado.
Mientras el presidente Isaac Herzog reafirmó el compromiso de Israel de recuperar a todos los secuestrados, Hamás había insinuado en los días previos que tenía dificultades para localizar todos los cuerpos. Para contrarrestar esa narrativa, los mediadores, con Donald Trump a la cabeza, anunciaron la creación de un equipo internacional para buscar los restos. Sin embargo, tras la entrega de hoy, el temor de las familias a que esa iniciativa no sea suficiente es cada vez mayor.
