Acorralada por el avance de una causa judicial en su contra, la legisladora Sandra Figueroa pidió licencia en la Legislatura. La decisión busca descomprimir la fuerte tensión política que generó su procesamiento por presunto lavado de activos, confabulación con el narcotráfico y asociación ilícita, en el marco del escándalo conocido como el “caso Alberdi”, que también involucra a su esposo, el destituido intendente Luis “Pato” Campos.
El pedido de licencia se produjo días después de que el juez federal José Manuel Díaz Vélez procesara formalmente al matrimonio y a otros cuatro ex funcionarios y allegados. A todos se les trabaron embargos millonarios, aunque por ahora ninguno enfrenta prisión preventiva. La resolución judicial sacudió al peronismo tucumano, que fue sorprendido por el impacto del fallo en plena campaña electoral hacia las elecciones del 26 de octubre.
Desde que se conoció la noticia, creció la presión para que Figueroa se apartara de su banca. La oposición, a través de los legisladores radicales José Cano y Silvia Elías de Pérez, presentó un proyecto para suspenderla por 120 días. Argumentaron que la Cámara no puede permanecer indiferente ante hechos de “semejante gravedad institucional” que ponen en riesgo su credibilidad.
Con esta medida, la legisladora buscará enfocarse en su defensa judicial. La decisión de que Figueroa llega tras la intervención del municipio de Alberdi en junio, que se dispuso luego de que se difundieran audios comprometedores que derivaron en la destitución de Campos. El futuro político de la pareja ahora depende enteramente de lo que resuelva la Justicia.
