El caso del brutal asesinato de Cash Gernon, el nene de 4 años secuestrado de su cama en 2021, llegó a su fin esta semana en Dallas, Texas. Darriynn Brown, de 21 años, fue condenado a prisión perpetua tras declararse culpable del crimen justo antes de que comenzara el juicio en su contra. La resolución judicial se basó en pruebas contundentes, entre ellas un escalofriante video de seguridad.
La madrugada del crimen, una cámara captó a Brown, que entonces tenía 18 años, entrando a la habitación donde Cash dormía junto a su hermano gemelo, Carter. Las imágenes lo mostraron tomando al niño en brazos y llevándoselo del lugar. El horror se intensificó cuando el video reveló que, horas después y tras haber matado a Cash, Brown regresó al domicilio. En esa segunda ocasión, intentó secuestrar a Carter, pero huyó al escuchar un ruido.
El macabro hallazgo del cuerpo ocurrió horas más tarde, cuando una vecina que corría por el barrio encontró al niño sin vida en la calle, en medio de un charco de sangre. “Vi una mano, un cuerpo. Me acerqué, vi que era un niño y empecé a gritar”, recordó la mujer en su testimonio, que conmocionó a la comunidad local. El juicio por el asesinato de Cash Gernon se cerró con la confesión del culpable y el desgarrador testimonio de su familia.
El proceso judicial tuvo varias idas y vueltas, ya que en un principio se consideró a Brown mentalmente no apto para ser juzgado. Sin embargo, tras recibir tratamiento, un juez ordenó que el juicio continuara. Finalmente, el lunes, Brown admitió su culpabilidad. Durante la audiencia de sentencia, la abuela de Cash se dirigió a él y le dijo: “Te deseo nada más que miseria”.
