Ángel “Mono” Ale rompió el silencio y defendió públicamente a su hijo Facundo, quien permanece prófugo tras el tiroteo ocurrido en Tafí Viejo el 21 de septiembre. Ale negó que se trate de una disputa entre barras bravas y acusó a Los Gardelitos de estar detrás del ataque.
“Están apuntando contra mi hijo porque quieren dañarme a mí”, dijo. Según su versión, Facundo solo se defendió. Relató que había salido de su casa para buscar a unos amigos y, al llegar al after, fue atacado a tiros por Jorge González y otros tres hombres. “Facundo no disparó primero. Hay videos y testigos que lo confirman”, aseguró.
El referente del clan Ale también explicó por qué su hijo aún no se entregó. Dijo que no confía en la protección del sistema judicial y teme por su vida. “Los Gardelitos han amenazado con matarlo en cualquier penal donde lo lleven. ¿Cómo quieren que lo entregue si no me garantizan su seguridad?”, planteó. Pidió que un médico forense lo revise y que lo alojen en un lugar donde no corra peligro.
También negó que el caso esté vinculado al club San Martín. “Eso es mentira. Los Gardelitos fueron siempre hinchas de Atlético. Hace 40 años que me quieren matar. Esto no tiene nada que ver con el fútbol. Lo usan a Facundo para atacarme a mí”, remarcó.
Ale acusó a la Justicia y a los medios de ignorar pruebas. Aseguró que ya presentaron un testimonio clave que demuestra la inocencia de su hijo. Sin embargo, sostuvo que el fiscal aún no lo llamó a declarar. “Hay impunidad para algunos, mientras a nosotros nos persiguen”, dijo.
Finalmente, anunció que dará una conferencia de prensa para mostrar las amenazas recibidas y las armas que, según él, utilizaron para agredir a su hijo. Cerró con una frase desafiante: “Lo que pasó fue legítima defensa. Si lo buscan a él, es porque quieren llegar a mí”.