Donald Trump y Vladimir Putin se verán cara a cara este viernes en Alaska para discutir un posible alto el fuego en Ucrania. La reunión se celebrará en la base militar Elmendorf-Richardson, en Anchorage, a las 11:30 hora local. Aunque no se esperan acuerdos firmados, el encuentro representa un paso clave hacia nuevas negociaciones.
El presidente de Estados Unidos ya dejó clara su postura: rechaza cualquier cesión territorial por parte de Ucrania. En una declaración previa al encuentro, afirmó que “hay un 25% de posibilidad de que esta primera no sea una reunión exitosa”, y sostuvo que cualquier acuerdo requerirá una segunda cumbre con Volodimir Zelenski.
Putin, por su parte, exige la anexión formal de cinco regiones ucranianas —Donetsk, Luhansk, Kherson, Zaporizhzhia y Crimea— como condición para un armisticio. A pesar de las diferencias, ambas partes reconocen que el diálogo es necesario. Según el Kremlin, “Estados Unidos está haciendo sinceros esfuerzos” por encontrar una solución.
Las delegaciones serán numerosas. Putin estará acompañado por figuras clave como Serguéi Lavrov, Andréi Beloúsov y Anton Siluanov. En tanto, Trump contará con Marco Rubio, Pete Hegseth, Scott Bessent y JD Vance.
Después del encuentro privado entre ambos líderes, se sumarán sus equipos para un desayuno de trabajo. El eje será Ucrania, pero podrían tocarse otros temas como Medio Oriente, control nuclear y comercio internacional.
Tanto en Moscú como en Washington aclaran que no se firmará ningún acuerdo en esta primera instancia. Sin embargo, ambos mandatarios darán una conferencia de prensa conjunta tras la reunión, lo que indica la intención de mostrar avances diplomáticos.
Europa sigue de cerca lo que suceda en Alaska. Líderes como Emmanuel Macron, Friedrich Merz, Giorgia Meloni y Keir Starmer ya mantuvieron una reunión virtual con Trump y Zelenski. Si bien no aceptan las condiciones territoriales de Putin, están más abiertos a buscar un punto medio para frenar el conflicto.