Condena a perpetua Darío Pérez por el crimen del juez Aráoz, ocurrido hace más de 20 años en Tucumán. Este martes, la Justicia provincial lo sentenció como autor material del asesinato del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz, quien murió tras recibir 10 disparos en su casa de Yerba Buena.
El 26 de noviembre de 2004, Pérez irrumpió en el domicilio junto a Ema Hortensia Gómez, expareja del juez y también ex policía. Le disparó con su arma reglamentaria y provocó una muerte por desangramiento. Gómez regresó más tarde con agentes de la comisaría de Banda del Río Salí y simuló un hallazgo. Así comenzó una investigación compleja, con encubrimientos y fallos contradictorios.
En 2011, un tribunal condenó a Pérez a 18 años por homicidio simple. Gómez recibió 13 años y otro implicado, Andrés Faversani, cinco por encubrimiento. Pero en 2013, la Corte Suprema de Tucumán anuló esa sentencia y exigió una nueva condena por homicidio agravado. Pérez no se presentó al nuevo juicio y escapó. Permaneció prófugo casi 10 años.
La policía lo encontró el 1 de julio de 2025, en una vivienda de Lules. Intentó huir saltando una tapia, pero los efectivos lo capturaron y quedó preso. En el juicio, su defensa pidió la prescripción de la causa, pero la fiscalía y la querella lo rechazaron. El tribunal resolvió dictar la condena a prisión perpetua.
Pérez negó su participación y habló de un armado judicial. Culpó a su ex abogado y dijo que lo engañaron. Sus argumentos no convencieron a los jueces. Cuatro hijos del juez Aráoz estuvieron en la audiencia. “Nos robaron la vida con él”, dijo una de sus hijas. “Si era inocente, ¿por qué se fugó tanto tiempo?”, agregó otra.
El caso del crimen del juez Aráoz es único en la historia judicial tucumana. Con esta condena, se cierra una causa que estremeció al poder y a la sociedad durante más de dos décadas.