El dólar oficial cerró a $1.325, marcando un nuevo máximo en el Banco Nación. El dato llega en un contexto de tensión cambiaria que persiste, pese al intento del Gobierno por frenar la escalada con tasas altas y control monetario. Solo en julio, el dólar minorista acumula una suba del 9,1%.
Durante la jornada del martes, el billete avanzó $25 en un solo día, con un cierre promedio de $1.325,63 para la venta, según datos del Banco Central. El dólar mayorista también subió con fuerza: cerró en $1.315, consolidando una tendencia que inquieta al mercado.
Desde el entorno del oficialismo reconocen el problema. El economista Ricardo Arriazu, cercano a Javier Milei, afirmó que “el Gobierno no está conforme con un dólar arriba de $1.300”. A su vez, anticipó que el Banco Central utilizará “todos los instrumentos” para evitar que la divisa sobrepase el techo de la banda de flotación, fijada en $1.414.
El especialista explicó que la reciente eliminación del cepo generó un efecto financiero mixto: ingresaron U$S3.000 millones a depósitos, pero la salida de instrumentos como las Lefis dejó $10 billones en circulación, provocando una caída de las tasas. Esto, a su vez, alimentó la demanda de dólares.
Por otra parte, Arriazu detalló que el acuerdo con el FMI modificó el esquema cambiario: el tipo de cambio efectivo subió 2% para exportaciones y 8% para importaciones, mientras que el tipo de cambio real cayó 16,7% desde fines de 2023. Las reservas líquidas del BCRA se ubican en U$S27.000 millones, sin contar el swap con China.


