La vicepresidenta Victoria Villarruel salió al cruce de las críticas que circularon tras el Tedeum del 25 de mayo, donde Javier Milei evitó saludarla públicamente. En sus redes sociales, la funcionaria rechazó las versiones que hablan de un quiebre con el presidente y negó haberlo traicionado.
A través de respuestas directas a seguidores en Instagram, Villarruel aclaró su postura. “No juego sucio ni por la espalda. Las cosas las digo en la cara. No traiciono”, escribió. También afirmó que su conducta política se basa en los valores que profesa: “Dios sabe mis valores porque practico la religión en la que creo”.
Villarruel reivindicó su historia en la “batalla cultural” y se defendió de quienes la acusan de buscar protagonismo personal. Frente a quienes cuestionan su actitud frente a las decisiones del Ejecutivo, dijo: “Todo por Argentina. Nunca me voy a arrepentir de ser una persona recta y patriota”.
Además, recordó que su salario permanece congelado desde diciembre de 2023, situación que, según sus dichos, afecta sus finanzas personales. “Como no soy casta, por eso me atacan”, expresó.
