El presidente Javier Milei firmó un decreto de necesidad y urgencia (DNU 116/2025) que transforma al Banco de la Nación Argentina en una sociedad anónima. La medida fue oficializada este jueves en el Boletín Oficial, manteniendo el 99,9% de las acciones en manos del Estado y el 0,1% en la Fundación Banco Nación.
Desde el Gobierno sostienen que la conversión permitirá modernizar la estructura del banco, fortalecer su competitividad y optimizar la asignación de recursos. Sin embargo, la decisión generó rechazo en sectores gremiales y políticos, ya que algunos la ven como un paso previo a la privatización.
El BNA registró activos por $48 billones al cierre de 2024, con una cartera de préstamos de $15 billones. Según sus directivos, el cambio a sociedad anónima busca mejorar la capacidad crediticia sin implicar privatización. No obstante, legisladores opositores y gremios bancarios advirtieron sobre el riesgo de pérdida del rol social del banco.
El decreto se enmarca en el DNU 70/2023, que habilita la transformación de empresas estatales en sociedades anónimas. La decisión de Milei avanza pese a que en 2024 el Congreso había excluido al Banco Nación de la lista de empresas a privatizar, lo que reaviva el debate sobre el futuro de las entidades estatales en Argentina.