Hace dieciocho años, Beatriz Argañaraz, una docente de 45 años, desapareció en Tucumán. El 31 de julio de 2006, estaba lista para asumir su nuevo cargo como directora del colegio franciscano Padre Roque Correa, pero nunca regresó a su hogar. Desde entonces, su paradero sigue siendo un misterio.
A pesar de que su cuerpo nunca fue encontrado, la justicia condenó a Susana Acosta y Nélida Fernández, compañeras de trabajo de Beatriz, por el crimen. Liliana Argañaraz, hermana de la desaparecida, recuerda: “Ese día Betty nunca llegó al colegio, lamentablemente dos personas que se decían compañeras de trabajo la engañaron para llevarla al departamento de ellas y desde ahí hacerla desaparecer”.
Acosta obtuvo libertad condicional hace un año, y Fernández cuenta con salidas transitorias. Liliana denuncia que la justicia ha olvidado el caso, ya que no se han realizado más investigaciones ni búsquedas para encontrar el cuerpo de Betty. La familia sigue clamando por justicia y respuestas.
Fuente: El tucumano
