En San Miguel de Tucumán se están implementando importantes modificaciones en la circulación vial, enfocándose en las calles Crisóstomo Álvarez y San Lorenzo. Estas medidas forman parte de un plan integral de movilidad urbana que incluye carriles exclusivos para el transporte público y el cambio de sentido de estas importantes arterias.
El secretario de Movilidad Urbana, Benjamín Nieva, explicó que el cambio de sentido en Crisóstomo Álvarez y San Lorenzo es una medida estratégica. “Crisóstomo Álvarez debe ser la primera vía de escape de este a oeste, paralela a la 24 de septiembre, debido a su ancho y la demanda de los empresarios del servicio público de transporte”, afirmó. La decisión también responde a la ubicación de oficinas públicas en la zona, lo que hace crucial este cambio.
Nieva mencionó que la implementación de esta medida depende actualmente del trabajo del departamento de Obras Públicas de San Miguel de Tucumán, especialmente en lo que respecta a la reconfiguración de los semáforos. “Estamos listos para avanzar una vez que se cambie el sentido de los semáforos”, indicó.
Evaluación de ciclovías en avenidas clave
Además de los cambios en Crisóstomo Álvarez y San Lorenzo, el municipio está evaluando la factibilidad de introducir ciclovías en avenidas clave como Mate de Luna. La intención es promover el uso de bicicletas tanto para transporte diario como para esparcimiento. “Estamos estudiando el ancho de la avenida y la posibilidad de remover la platabanda para crear espacio para ciclovías”, señaló Nieva. Si esto no es viable, se considerará utilizar calles alternativas como San Martín.
Nieva destacó que los empresarios del transporte ya están al tanto de estos cambios y agradeció a los medios de comunicación por informar a la ciudadanía sobre las modificaciones en la circulación. “Es crucial que la población sepa sobre estos cambios y las razones que nos llevan a repensar el tránsito en San Miguel de Tucumán. Creemos que será una buena medida”, concluyó.
El municipio espera que estas reformas mejoren significativamente la movilidad urbana, beneficiando tanto a los usuarios del transporte público como a los ciclistas y automovilistas de la ciudad.
