Una trágica noticia ha sacudido el barrio Mishqui Mayu, en La Banda, Santiago del Estero, donde una joven pareja fue encontrada muerta en el departamento que alquilaban. La principal hipótesis indica que sufrieron una intoxicación fulminante, dejando consternados a los investigadores por lo macabro de la escena.
El lamentable hallazgo ocurrió alrededor de las 11 de la mañana del martes, en un departamento del Grupo 7, escalera 4, departamento 301. Las víctimas, María José Rosales, de 44 años, y su novio José Logan Aguilar, de 41 años, estaban alquilando provisoriamente el lugar. María José, residente del barrio Industria, y José, un minero de El Huaco, Catamarca, habían planeado pasar unos días juntos.
El trágico descubrimiento se hizo cuando María José, empleada en una casa de pastas en la ciudad Capital, no se presentó a trabajar. Su ausencia, inusual debido a su puntualidad, preocupó a sus compañeros, quienes contactaron a su familia.
Preocupados, su hermana Lucía y su padre José Salvador Rosales se dirigieron al departamento en La Banda. Al no obtener respuesta tras numerosos llamados a la puerta, pidieron ayuda a Paola, la dueña del departamento. Paola, empleada en un hipermercado local, abrió la puerta con una llave y se encontró con una escena horrenda: los cuerpos sin vida de la pareja, con signos de vómito con sangre y materia fecal.
La policía llegó rápidamente al lugar y acordonó la escena. La fiscal María Alejandra Holgado, junto con el equipo de Criminalística, la Policía Científica y el médico de Sanidad, realizó una inspección en el departamento. María José fue encontrada en la cama, vestida, mientras que José yacía desnudo en el suelo cerca de la cama, con la ducha abierta y ropa en el suelo.
El médico determinó que no había lesiones visibles en los cuerpos, que llevaban más de 12 horas sin vida. Los cuerpos fueron trasladados a la morgue judicial para la autopsia. Mientras tanto, los investigadores entrevistaban al círculo íntimo de María José para reconstruir las horas previas a su muerte y analizaban las cámaras de seguridad de la zona.
José Salvador, padre de María José, declaró que su hija no había mencionado problemas con su pareja, lo que llevó a los investigadores a descartar la posibilidad de un pacto suicida. José Aguilar visitaba a María José cada 15 días desde Catamarca, donde trabajaba en una empresa minera. La investigación continúa para esclarecer las causas de esta tragedia.