En los últimos 45 días, la amenazas por la presencia de supuestos explosivos en distintas instituciones educativas y estatales se volvieron moneda corriente en la provincia. Utilizando correos electrónicos o llamadas, los responsables logran intimidar a los ocupantes de los edificios, generando un gran despliegue policial, además del cuerpo de Bomberos y de Defensa Civil. No obstante, luego de las detenciones de varias personas, incluyendo a padres y alumnos de las escuelas implicadas, la situación parecía haberse calmado cuando el pasado viernes 1 de septiembre no se registró ningún tipo de alerta. Sin embargo, en la mañana de ayer, la sucursal de la Caja Popular de Ahorros de la esquina norte tuvo que ser evacuada por un presunto explosivo en el lugar.
Tras registrar el edificio aplicando el protocolo de seguridad, el personal no encontró nada sospechoso y los trabajadores pudieron ingresar al lugar para realizar sus respectivas labores. Luego, en estas últimas horas, la decisión de la Justicia de cortar de raíz con este tipo de modalidad, llevó a que se logre dar con el presunto autor de la amenaza en el organismo perteneciente a La Bancaria.
En trabajo conjunto con el ENACOM, la Justicia pudo dar con el autor de la llamada. Las pistas condujeron a dos direcciones: una en la Banda del Río Salí y otra en Alderetes. Esto llevó a la solicitud de medidas de allanamiento con el fin de incautar elementos de interés para la causa y detener al responsable de la amenaza.
Los allanamientos realizados por la División de Búsqueda y Captura de Prófugos resultaron exitosos, con la incautación de siete teléfonos celulares, una computadora y la detención del individuo responsable de la falsa alarma de bomba, quien quedó a disposición de las autoridades.
fuente: el tucumano
